Acoso en la UAEMéx
Dicen un dicho popular mexicano que el valiente vive, hasta que el cobarde quiere. Justamente, las felonías y abusos de quienes piensan que tienen el poder y que por esa condición son capaces de cometer cualquier agravio de manera impune, se acaban en cuanto las víctimas toman valor y denuncian.
En la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) se destapó el año pasado una conducta que era conocida, pero digamos que era tolerada por las autoridades, que preferían hacerse de la vista gorda, antes que enfrentar el problema.
Un caso destapado en la Facultad de Ciencias de la Conducta, que llevó al paro estudiantil en esa comunidad, y detonó explosivamente decenas de casos similares de abusos por acoso sexual y también casos de acoso laboral.
“Respetables maestros”, hasta entonces, de la comunidad universitaria, se vieron involucrados, así como alumnos de diversas facultades. Todo eso sirvió para airear y ventilar un problema que llevaba años.
El rector Carlos Eduardo Barrera Díaz, desde su campaña, expuso que no habría ningún tipo de tolerancia a ese tipo de conductas.
De mayo a la fecha se han resuelto 20 procedimientos a través de la Dirección de Responsabilidad Universitaria de la Oficina de la Abogada General.
De ellos, en 19 casos se impusieron sanciones a los responsables, que se traducen de la siguiente manera: 10 destituciones, dos suspensiones temporales, cinco notas de demérito, dos expulsiones y sólo en un caso no se acreditó la responsabilidad.
La institución tiene registrados, desde 2020, 189 expedientes de casos de violencia de género y a la fecha sólo 74 están en trámite.
El tema toral para terminar con este problema de hostigamiento y acoso sexual es que las víctimas denuncien penalmente.
Tiene que fortalecerse la cultura de la denuncia, porque muchos casos presentados en los tendederos del año pasado, las personas involucradas se contentaron con exhibir al catedrático o al alumno, pero ahí dejaron todo.
No, tenemos que denunciar todo tipo acoso y hacerlo penalmente, porque si las estudiantes o las trabajadoras ya fueron valientes para hacer público el problema, tienen que llegar hasta las últimas consecuencias.
Deben considerar que los acosadores pueden ser expulsados de la universidad, pero todo queda allí, ellos se irán a otro ámbito, a otro trabajo, en donde seguirán haciendo de las suyas y eso es lo que debemos impedir.
Que la autoridad competente sancione como es debido a los acosadores, pero para eso es necesario que exista una denuncia y acabar de tajo con el acosador.
Bien lo dijo Victorino Barrios Dávalos, titular del Órgano Interno de Control, “sabemos que hay muchos casos, pero no existen denuncias. Las personas se tienen que acercarse a presentar la queja de manera formal para proceder”.
Eso es lo que debemos fortalecer, que no se quede en tema mediático, porque es la única manera de acabar con esta lacra, no sólo en la UAEMéx, en todos los lugares donde se presenten estas conductas. Sólo de esa manera la equidad de género empezará a ser real en este país matizado durante tantos años por el machismo exacerbado.
ASME