¿Aprendimos la lección?

Diálogo en silencio

En medio de la vorágine informativa hay un tema que no debe ser visto como un anuncio más y es la declaratoria de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el sentido de que el coronavirus  SARS-Cov-2 ya no es una emergencia pública internacional, lo cual no significa que el Covid-19 haya dejado de ser una amenaza para la salud pública.

Y hace un par de días en nuestro país se formalizó la misma situación con un decreto que declara terminada la emergencia aplicada para prevenir, controlar y mitigar la enfermedad causada por este virus. La luz al final del túnel.

Pero no se debe bajar la guardia. De acuerdo con la OMS la semana anterior esta enfermedad cobró una vida cada tres minutos en el mundo y hay en estos instantes, personas que se encuentran hospitalizadas en las unidades de cuidados intensivos.

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La declaratoria de no emergencia es la mejor noticia del momento si tomamos en cuenta todo lo que representó hace poco más de dos años. Las secuelas siguen frescas principalmente entre quienes perdieron un familiar, un amigo, un conocido, un compañero o compañera de trabajo.

El mundo paró y no fue cosa menor con todas las implicaciones que trajo en el sistema de salud, en la economía, en la vida diaria, cuando las rutinas tuvieron que modificarse para evitar contagios y muertes.

En la línea del tiempo debe quedar registrada la fecha de la aparición del coronavirus en Wuhan, China el 31 de diciembre de 2019 y en México, antes de finalizar el primer trimestre del 2020 se dio cuenta del primer caso de contagio.

Fue el 24 de marzo cuando el gobierno federal decretó el inicio de la fase 2 de la pandemia suspendiendo principalmente algunas actividades económicas, restringiendo las congregaciones masivas y con la recomendación de permanecer en domicilio a la población en general, principalmente grupos vulnerables. Fue así como se llegó al 30 de marzo cuando se decretó una emergencia de salud nacional en el país, debido a la evolución de los casos confirmados. 

Más adelante se siguen adoptando medidas como la suspensión de actividades no esenciales en el sector público, privado y social, así como la extensión de la Jornada Nacional de Sana Distancia hasta el 30 de mayo y otras como el uso obligatorio del cubrebocas.

Todo se detuvo.

La ciencia hizo su parte y la vacuna empezó a rendir frutos y su aplicación empezó a dinamizar las cosas; no obstante las cifras dan escalofrío.

La OMS estima en cerca de siete millones el número de personas muertas por Covid-19 en el mundo, aunque el organismo admite que la cifra puede ser superior, llegando al menos a los 20 millones.

En nuestro país fallecieron de acuerdo con cifras oficiales más de 333 mil 900 personas; cifra que es superada por Estados Unidos (un millón 162 mil 403); Brasil (701 mil 833); India (531 mil 642) y Rusia (398 mil 463).

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Por lo pronto el exhorto es a no bajar la guardia porque el virus sigue circulando; si ya lo hicimos creo que vale la pena no desestimar esa recomendación después de todo lo que pasamos y a seguir cuidando la salud.

Y la pregunta que queda es ¿Qué tanto aprendimos de esta pandemia? Cada quien tiene que hacer sus propios juicios.

El anuncio de la OMS se trata de una noticia que debe ser valorada en su justa dimensión.

@periodistamex