Aracely López innova para salvar la tradición

Aracely Elisa López Hernández. La fabricación del dulce de alfeñique es el punto de partida de una de las tradiciones más importantes de la capital mexiquense, herencia y sustento de muchas familias que preservan las diversas recetas a través del tiempo.

Aracely Elisa López Hernández es parte de esta historia, pertenece a la tercera generación de artesanos del alfeñique. Su abuela, Victoria Morales Jalomo, fue una de las precursoras del movimiento que luchó por el espacio que ocupa la Feria del Alfeñique.

“Mi abuela empezó a comercializar, pero la autoridad los quería sacar de los Portales, ahí inició la unión de artesanos, en ese lapso de 42 años de su vida dirigiendo la Feria, mi mamá y mis tías aprenden con grandes artesanos de la época y ellas me lo enseñan a mí”.

Aunque la organización de artesanos se registró en 1976, la comunidad se dedica a la venta de este dulce muchos años antes, pues hay familias con más de siete generaciones atesorando esta práctica.

Aprender la técnica para realizar el alfeñique, dijo, es reconocer que no hay una receta única ni un solo maestro, si bien sus primeras maestras fueron su mamá y tías, ha conocido a grandes artesanos que le enseñaron cosas nuevas para perfeccionar su método.

Explicó que el dulce de alfeñique nació de una fusión cultural de los árabes y españoles, pero fueron las monjas en los monasterios quienes se lo enseñaron a la comunidad que aprendió la técnica hace más de 500 años.

El dulce de Alfeñique se encontraba con mayor facilidad en zona centro de Toluca, en la Teresona, el Cóporo y Santa Bárbara, pero empezaron a moverse a diferentes municipios y se sigue replicando en otras partes del Estado de México e incluso del país.

Con el paso de los años, los artesanos le dieron su toque personal, pero la base sigue siendo azúcar glas, originalmente eran blancos, tras cocerse la masa se estiraba y se hacía en forma de dulces alargados.
“Tenemos una receta por cada familia, no me atrevería a decir que existe una sola receta de alfeñique, a mi alfeñique le pongo azúcar, clara de huevo, limón, colorante vegetal, celulosa que suple el chautle, hay quien utiliza goma arábica, goma de tragacanto, creo que depende de cada familia”.

Hoy en día, aclaró, los artesanos se reúnen en la Feria del Alfeñique para ofrecer sus piezas, las cuales requieren varios meses de trabajo para tener suficiente producto y atender la demanda, algunos inician en marzo.

“Yo trabajo alfeñique todo el año, pero mis compañeros que no se dedican de lleno a esto trabajan desde de febrero, porque el alfeñique el que más tiempo requiere, hay que hacer le moldeado, decorado, para la calavera de azúcar empiezan en mayo para tener surtido”.

Lomiveritas y michiveritas, innovación en la tradición

El tiempo pasa y todo cambia, por ello su trabajo cambia también, crea modelos nuevos, lo más recientes son las lomiveritas y michiveritas, calaveras de azúcar decoradas de forma personalizada y artesanal.
“Las nuevas generaciones tienen otras ideas, otro chip, entonces el artesano en esta época tiene la gran misión de captar su atención, peleando en una época tecnológica, la misión es complicada, hay que innovar todo el año todos los años, nunca terminas”.

Consideró que es importante rescatar la técnica del vaciado de azúcar para que los más jóvenes la conozcan y la tradición viva por muchos años más.

“Valoremos al artesano, nuestra cultura, tradiciones, no tratemos de adoptar lo que no es nuestro, lo nuestro es el Día de Muertos, panteones, ofrendas, comprar alfeñiques, calaveras, es la manera de reconocer a los artesanos”.

Alfeñique todo el año

Con el objetivo de ofrecer alfeñique fuera de temporada y promover que se trata de un dulce que representa la cultura toluqueña, Aracely fundó “Corazón de Alfeñique”, idea que surge después de la pandemia con la tienda que ofrece la golosina todo el año.

“Busco todo el tiempo vincular y tocar puertas, está iniciando este proyecto, pero nos falta mucho camino por recorrer, también damos talleres personalizados a instituciones, hemos tenido dos exposiciones en conjunto con el ayuntamiento de Toluca y dos intercambios culturales en Canadá y Colombia”.

Mencionó que los extranjeros muestran más interés y valoran más el trabajo del artesano, “somos ricos en artesanos, pero no los valoramos, por eso creo que no debería ser solo de temporada, deberían usarse para promover el turismo, el alfeñique puede tener un valor importante en la cultura”.

Su local y taller “Corazón de Alfeñique” se encuentran sobre Bravo antes de Hidalgo, donde ofrece dulce tradicional y talleres, “los invito a conocer esta propuesta y a vivir la feria más importante y bonita de Toluca, que es la tradicional, visiten los 84 estands de las 84 familias que nos preparamos para recibir a propios y extranjeros”.

Para conocer más sobre su trabajo se pueden consultar sus redes sociales como Corazón de Alfeñique o pueden visitar su local en la Feria del Alfeñique en los Portales de Toluca en el puesto 34.

PAT