Bar 2 de abril, un pasado lleno de alegría y camaradería

En la calle Miguel Hidalgo, esquina con Paseo San Isidro, en el centro de Metepec, en el Estado de México, se encuentra el Bar 2 de abril, lugar donde se respira un aire de tradición y autenticidad, no solo eso, es un espacio que creó un patrimonio inmaterial para la entidad con su bebida denominada Garañona, misma que cumplió 92 años.

Bar 2 de abril, un pasado lleno de alegría y camaradería

La historia de la bebida de color verde se remonta a tiempos antiguos, cuando los habitantes de Metepec buscaban una manera de refrescarse y disfrutar durante las festividades locales. Elaborada a base de aguardiente de caña de azúcar, jugo de limón, azúcar y agua mineral, la Garañona es una mezcla refrescante y vigorizante que conquista los paladares con su sabor único y característico.

Negocio familiar

Mario Iván Carrillo Corona se encuentra al frente de este emblemático lugar, junto con su madre y sus hermanos, luego del deceso de su padre Mario Alfonso Lucano Carrillo Pineda, quien se encargó de continuar la herencia de su predecesor para convertir el lugar y bebida en parte de la identidad del Pueblo Mágico. Son 4 generaciones las que han dado tradición al bar.

“Todo es gracias a mis abuelitos y a mi bisabuelo Ángel Herón Pineda, él abrió el bar en 1932 y también creó la fórmula de la garañona. Es una fórmula con base en 14 hierbas que pueden ser como aperitivo o también como digestivo. Pueden ser como sea, la gente la verdad que ha vuelto esta bebida parte de ellos y pues aquí también siempre ha sido un espacio que recibe a todo el mundo”, comentó.

Detalló que la bebida comenzó como parte del consumo personal para las reuniones con amigos, pero por su sabor, éstos sugirieron a Herón Pineda venderla, quien no echó en “saco roto” la propuesta; sin embargo, en sus inicios le costó trabajo posicionar la bebida que hoy es emblemática.

Símbolo de identidad

Cada sorbo de garañona es un viaje en el tiempo, evocando recuerdos de celebraciones y encuentros sociales en los patios y plazas del municipio. Es una bebida que une a las familias y a los amigos, compartiendo risas y anécdotas mientras se disfruta de su sabor refrescante y delicioso.

El Bar 2 de abril es un lugar emblemático en Metepec, conocido por ser uno de los principales establecimientos donde se sirve la tradicional garañona. Con sus paredes de adobe y su ambiente acogedor, el bar es un punto de encuentro para los lugareños y visitantes que desean sumergirse en la cultura local y disfrutar de esta bebida única.

Tanto el lugar como la bebida en sí se han vuelto parte de la identidad de los metepequenses y mexiquenses, lo que innegablemente llena de orgullo a la familia que custodia esta tradición, quienes han trascendido su legado a la sociedad.

En el Bar 2 de abril, cada noche es una fiesta, con música en vivo, baile y, por supuesto, la garañona fluyendo libremente. Los habitantes de Metepec se reúnen aquí para celebrar la vida, compartir historias y mantener viva la tradición de su querida bebida.

“Aquí llega gente de diferentes edades, obviamente mayores de edad, pero desde los 18 años hasta gente que ya es mayor, hay personas que son clientes de 20-30 años y ves a todos conviviendo por igual, eso es algo importante y te das cuenta de que esto ya es algo de las personas.

“También uno se da cuenta en que hay una botella en el museo de aquí, y cómo la gente de turismo reconoce el bar y la bebida como parte importante del municipio”, mencionó.

La garañona y el Bar 2 de abril son símbolos de la rica historia y el espíritu vibrante de Metepec. Son testigos de un pasado lleno de alegría y camaradería, y continúan siendo parte integral de la vida cotidiana en este encantador rincón del Estado de México.

Atractivo turístico

Este espacio es el único lugar donde se fabrica la bebida y, aunque se puede encontrar en otros establecimientos, todos acuden a adquirirlo al bar que también ha hecho de su botella un sello distintivo con una presentación, que pareciera, ha detenido el tiempo para recordarnos lo que representa la garañona, la cual, ha cruzado fronteras del propio país.

“Sí se la han llevado a España, Francia, Estados Unidos, Argentina, Alemania y a muchos otros lugares, nos hemos encontrado con casos de turistas de otros países que vienen y platican que se dieron una vuelta por Metepec para probar la garañona, que, porque les han contado y eso nos da gusto, porque vienen a probarla, pero se quedan para descubrir todo lo que aquí se ofrece”, señaló.

En un mundo en constante cambio, la garañona y el Bar 2 de abril son anclas que mantienen viva la esencia y la identidad de Metepec, recordándonos la importancia de preservar y valorar nuestras tradiciones más preciadas.

Esta historia de sabor y tradición, de encuentros y risas, es un testimonio del poder de la comunidad y del valor de mantener vivas nuestras raíces culturales. En Metepec, son mucho más que una bebida y un lugar: son parte de la historia y el alma de un pueblo que celebra la vida en cada sorbo.