Se registran más de 100 casos de bullying en educación básica

La Unión de Padres de Familia del Estado de México reconoció que más de 100 casos de bullying se han registrado en el primer trimestre del año en educación básica y llamó de manera urgente a las autoridades educativas a brindar atención inmediata a la niñez mexicana, porque muchos casos no son denunciados.

José Luis Romero, presidente de la Unión en el Estado de México comentó que el bullying está subiendo de nivel de violencia, “es lo que más nos preocupa”.

De acuerdo a estadísticas de la Unión Nacional de Padres de Familia, en México 8 de cada 10 alumnos de primaria y secundaria son víctimas de acoso escolar.

El 60% de los infantes que son acosadores, en su vida adulta presentarán incidentes delictivos; otra consecuencia del bullying se ve reflejada en la deserción escolar.

Casos de bullying en educación básica

Por su parte la maestra Nubia Méndez Torres, ex directora de la secundaria Vista del Valle en Tultitlán, comentó que en el Estado de México se vive una crisis educativa y es bastante grave.

Comentó que muchos de los comportamientos agresivos que se dan en las casas, se traspolan a las escuelas y los maestros están agarrados de las manos siguiendo ciertos protócolos de actuación que se implementan en las escuelas para evitar y disminuir los casos de bullying.

Eso nos marca la línea de investigación que se tiene que seguir, dijo, el hablar con los padres de familia, los involucrados.

Y en este caso hacer llamadas de atención e implementar algunas sanciones, para erradicar la violencia.

Lamentablemente, «la Comisión de Derechos Humanos vienen mal interpretar las sanciones y consecuencias que pudiéramos tomar con los chicos agresores y viene una contra demanda y en esta, el que resulta afectado es el maestro».

Urge una labor de concientización, tanto a padres de familia y los alumnos

Dijo que mientras fue directora de una secundaria se reunía con los padres de familias y alumnos.

Para explicarles el funcionamiento de las escuelas, que se hacía en caso de bullying y muchas otras cosas académicas.

Y si estaba de acuerdo firmaba un documento denominado compromiso de inscripción.

En ese documento el padre de familia aceptaba trabajar conforme la normatividad de la escuela.

Así como la dinámica de la escuela y su firma, lo así cumplir con el reglamento de la escuela.

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Si el alumno tenía algún problema, se le ponía el documento que había firmado que iba a trabajar bajo ciertas condiciones.

Cuando los jóvenes eran sancionados los padres también tenían que participar, realizando trabajo comunitario.

Ya sea arreglando bancas, baños, o alguna descompostura del plantel, cuando se cometía algún caso de bullying u otra sanción, finalizó la maestra Nubia Méndez.

SPM