Correspondencia con Línea 2024
Ideas Sueltas
La más reciente tragedia ocurrida en el Metro de la Ciudad de México, junto con otras dos que la precedieron, podría convertirse en la espada de Damocles para una de las principales aspirantes a la candidatura por la presidencia de la república el próximo año. La jefa de Gobierno de la capital del país, Claudia Sheinbaum, ha visto cómo la carrera política que lleva rumbo a esos comicios, impulsada incluso desde varios frentes, ha sido trompicada no por alguno de sus adversarios al interior de su partido o por algún opositor a su gobierno o a la propia Cuatro T, sino por las fallas que ha tenido el principal medio de transporte de la Ciudad y de la que ella es corresponsable.
Más allá de los datos ofrecidos ayer al mediodía por el gobierno capitalino respecto a la inversión creciente que ha tenido el Sistema de Transporte Colectivo de la CDMX, la percepción generalizada entre los ciudadanos es que el Metro ha adolecido de falta de mantenimiento en prácticamente todas sus líneas. Los frecuentes cortes de servicio, la tardanza de trenes con la consecuente saturación de andenes, el incendio en una de sus subestaciones, el cortocircuito en la línea 2 de hace algunos meses y los tres choques de vagones en los últimos cuatro años, con la desafortunada muerte de al menos 29 personas, son muestra palpable de que algo se está haciendo mal en este rubro.
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Sonará a verdad de perogrullo, pero la ciudad de México no camina, no anda, no se mueve sin el metro. Son las venas por donde millones de personas se desplazan a diario. Si una de esas arterias se ve interrumpida la Ciudad sufre un caos, si la vía se resquebraja como ocurrió en Tlahuac o sufre un taponamiento con algún choque como el del sábado, la Ciudad o gran parte de ella se colapsa.
Por eso el gobierno en turno no puede darse el lujo de no prestar atención a tantas llamadas de atención, a tantos gritos desesperados que ha dado el Metro en los últimos años. La austeridad republica se entiende y se aplaude cuando tiene que ver con lo que eran gastos superfluos, gastos que formaban una sangría a las finanzas de la ciudad, pero no se justifica por ningún motivo cuando se aplica en los servicios más elementales de cualquier ciudad como el transporte público.
El Metro ha sido y seguirá siendo el dolor de cabeza de Claudia Sheinbaum mientras su administración no haga más allá de lo indispensable para desterrar los males que aquejan a ese servicio. Qué bueno que se atienda y se priorice la atención en las víctimas del último accidente, pero una vez recuperados de la tragedia, el siguiente paso es acabar de una vez y para todas con lo que no ha funcionado en la administración del STC. De lo contrario, en el pecado, la morenista podría llevar su penitencia.
REBURUJOS
Gran golpe al crimen organizado dieron las fuerzas armadas con la captura de Ovidio Guzmán. Nadie podría estar en desacuerdo que las actividades ilícitas del sinaloense hacen mucho daño a la salud pública de quienes consumen sus drogas. Lo paradójico del caso es que muchos de quienes criticaron que se le haya liberado en el Culiacanazo de 2019 ahora critican la forma como se le detuvo la semana pasada.
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