Hay días buenos, malos y peores. Hay días en que nos urge que sea de mañana para hacer algo que nos emociona, que nos hace sentir vivos, en cambio hay días en los que no tenemos ganas de despertar ni de estar presentes, en los que deseamos morirnos; bueno lo último me lo han contado, jamás he deseado dejar de estar viva.
Hay gente que hace listas para la vida, que se va poniendo metas y que tras ir marcando sus logros se olvida de ellas y va por más. Hay gente que vive la vida como simples veletas, nada de Comer, Rezar y Amar, sino todo lo contrario: Nacer, crecer, reproducirse y vegetar… hasta morir.
El otro día ante la efervescencia de Bajo la Misma Estrella, película basada en el libro de John Green The Fault in our Stars que tendría una traducción algo así como La Falla en Nuestras Estrellas o Cómo Nacer Estrellado y Morir en el Intento Haciendo Llorar a Todos los que se Atraviesen. Debo confesar que comencé a instancias de una de mis alumnas favoritas a leerlo, hicimos intercambio y comencé a cumplir con mi parte, iba justo en el momento en donde Augusto se la presenta a sus padres, y se están poniendo románticos, cuando caí en la cuenta de que nuestros amores de juventud son casi siempre azotados y dramáticos, como la preparación para la vida de ver fútbol y telenovelas a la que la mayoría de las personas se destinan.
En caso de querer pasar una tarde acurrucadora, he aquí el argumento, les prometo que vale mucho la pena, ya sea si están enamorados, si andan amargados y olvidando el valor de la vida, o mejor aún si tienen alguien a quien darle muchos besos en una tarde de lluvia como las que hemos tenido en días recientes.
Todo comienza con una chavita semi inocente llamada Tessa Scott, y su amiga que le pide que haga una lista, ella pregunta: “¿Si hago esto con alguien que no conozco, eso me convierte en una zorra?” y su amiga contesta: “Te hace sentir viva.” Después las jóvenes están con dos chavos en un momento cuasiromántico, en el que la protagonista pierde la peluca y el chico con el que estaba poniéndose intensa huye del lugar al descubrir que seguro tiene cáncer; Tessa termina por explicarle su condición y él acepta hacerle el amor al saber que es su primera vez, entonces ella decide que no es lo que quiere y decide salir corriendo. La voz de Lana del Rey para el comienzo de la película resulta sublime.
Poco a poco a través de la trama nos vamos involucrando con la vida complicada a nivel familiar de Tessa, quien no cuenta con su madre ausente, que le da ataques de pánico, con un hermano de esos que le ponen a las adolescentes los pelos de punta y con un padre increíble.
Ver la lista de cosas que una chica con leucemia desea, las cuales en su mayoría son ilegales por su edad, y sin embargo sabe que probablemente no conseguirá, hasta que por un juego del destino conoce a un chico, su nombre es Adam y no podría ser mejor porque es en verdad el primer hombre, guapo, inteligente quien a pesar de saberla enferma decide amarla, con todo el dolor que eso implica, se aman, se duelen y él la extrañará para siempre.
Es ahí donde vale la pena reflexionar y decidir si es necesario sentir la carencia de la oportunidad de vida para comenzar a vivirla. ¿Cuántas veces nos negamos la oportunidad de un beso, de un abrazo, de un amanecer y hasta de un amor, en pos de una vida que no está garantizada? Será que últimamente ando existencialista, sin embargo creo que debemos vivir para ganarnos el derecho a morir, vivir, y vivir mucho, y muy intensamente para que el ejercicio de la existencia nos deje sin aliento al final de una enorme sonrisa que diga: “Nuestra vida es una serie de momentos, cada uno es un viaje hacia el final. Déjalos ir. Déjalos ir todos. Nuestra vida es una serie de momentos. Déjalos ir. Momentos. Todos juntos dirigidos a este momento…”
Mientras ese momento llega, ¡Vámonos a vivir! Y que cuente y valga la pena, dejemos huella.
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TAR