Eduardo Garcia busca mantener la tradición de la fabricación de molinillo

El joven despertó su interés por esta práctica tradicional a través de la figura de su abuelo

Eduardo García Serrano es un joven artesano que busca mantener vivo el legado de su abuelo en la fabricación del molinillo, una de las piezas artesanales características del Estado de México, que tiene su arraigo más grande en Santa María Rayón.

Eduardo, es la excepción a la regla en la actualidad, en donde diferentes maestros de ramas artesanales señalan que que en este espacio uno de los principales retos es mantener vivas las tradiciones ante el desinterés de las nuevas generaciones, incluso en Tenancigo y existe una escuela del rebozo para evitar su extinción en esa localidad.

El joven no solo despertó su interés por esta práctica tradicional a través de la figura de su abuelo, sino que volvió a involucrar a la segunda generación de esta práctica a la elaboración del molinillo cuando a los 16 años, pidió la enseñanza de su tío, quien ahora ha regresado al taller junto con Eduardo.

“Yo todo esto lo conocía por mi abuelo, y le pedí a mi tío que me enseñara, yo creo que eso fue el pilar para que ahora ya trabaje de esto, he conectado con muchísimas cosas, y estoy muy contento de hacer esta técnica porque me recuerda muchísimo a mi abuelo».

«Yo no lo conocí, pero yo sé que él me ve y aún sin conocerlo, sin estar en su época, yo sé que el hacía un trabajo impecable y yo quiero hacer eso”, apuntó García.

Además, detalla que realiza estos a productos utilizando el torno de violín, el cual va girando utilizando sus pies mientras sostiene una vara que da el nombre a la elaboración.

“Elaboro los molinillos bajo la técnica del torno de violín, se llama así porque utilizas una vara que asemeja a un violín cuando lo estás tocando, el molinillo se va tallando con formones, y eso genera darle la forma redonda y hay que vaciarlo, dibujarlo y quemarlo para que pueda llegar a hacer el chocolate”, explicó el artesano.

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Asimismo, menciona que utiliza gurbias, que son pequeños cinceles, lo cuales le ayudan a realizar las decoraciones necesarias.

“Muchos piensan que eso negro es pintura, pero no, es quemado por la fricción que se genera al ir rodando, es tallado con gurbias, que son como los pinceles de un pintor, para mi de un artesano, porque con estos los dibujas y le das vida a cada uno de los molinillos”, dijo Eduardo.

Representan una flor

Mencionó que los molinillos buscan representar una flor, por eso tienen esa forma alargada; en su caso, utiliza un diseño que representa a su abuelo.

“El molinillo, su esencia es ser una flor, nosotros hacemos uno llamado Flor de Honorio, se deriva de mi abuelo, un diseño de él y pensando en él; al hacerlo, como que me hace conectar y me llena de amor, de pasión, de alegría, entusiasmo y orgullo, más que nada orgullo”, comentó.

ESPECIAL

Valor de la fabricación de molinillo

Finalmente resaltó que algunas personas ven los molinillos como artefactos sencillos, incluso feo; sin embargo, dice ser consiente de su valor por lo que tiene el objetivo de mantener la tradición de su elaboración.

“Algunas personas los veían feos, pero yo sé el trabajo que me cuestan y yo los veo hermosos, yo soy la tercera generación pero algo en mi dice que soy más, soy más generaciones y eso es bonito y mientras yo pueda hacerlo no voy a dejar perder esta herencia que nos dejó mi abuelo”, concluyó.

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DMM