Eficiencias e ineficiencias de la recaudación de agua 2023
Continuamos con el análisis del reporte de transparencia presupuestaria de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, de 2004 a 2023 el incremento de ingresos por derechos de agua creció en 47.55, mientras que el predial creció en en 80.02% ambos a precios constantes 2022. Decíamos que a pesar de que el ingreso por agua es superior a los ingresos por predial, éste último ha tenido una evolución mayor, lo que significa que, en los próximos años, por primera ocasión, estaría rebasando a los ingresos por agua, lo que lleva a una reflexión, o el incremento de las manchas urbanas está jugando un papel primordial, o los valores catastrales han tenido actualizaciones por encima de las cuotas y tarifas por la prestación de los servicios relacionados con el agua.
Específicamente, la heterogeneidad de la recaudación se refleja en la tarifa, pero también en el número de tomas, que es otra forma de analizar la recaudación, en esta ocasión analizando el esfuerzo recaudatorio, no por el incremento de las tarifas, sino por los usuarios que pagan los servicios, que se esperaría que, por el crecimiento de la población de las Entidades Federativas, fueron mayores los usuarios.
Para el caso de este informe, se reportan el número de tomas pagadas, y lo contrastaremos con la población, para determinar este esfuerzo en la recaudación, lo haremos para los cinco Estados con mayor recaudación y los cinco con menor recaudación absoluta, los datos en este caso abarcan del 2010 al 2023.
Comenzamos con Baja California, que tuvo una reducción de las tomas pagadas en -7.75%, pero su población subió en 19.46%, y a pesar de esto, su recaudación total creció, lo que significa que a pesar de ser menos tomas, cada una o algunas de ellas pagaron un monto mayor. En el caso de Nuevo León, crecieron las tomas pagadas en un 41.4%, pero su población creció en 24.3%, por tanto, su esfuerzo recaudatorio se debió a una mejor medición, o a un pago de un número mayor de tomas, que no solo se explicaría por el solo crecimiento poblacional.
La CDMX creció sus tomas pagadas en 11.95%, aunque su población se incrementó en 4.05%, lo que refleja que también creció su eficiencia en recaudación. El Estado de México bajó su porcentaje de tomas pagadas en un 6.21%, mientras que su población creció 11.97%, lo que puede significar una falta de micromedición. Chihuahua también redujo sus tomas pagadas en un 9.33%, cuando incrementó su población en 9.84%; y en Jalisco aumentaron las tomas pagadas en 10.53%, mientras que su población subió en 13.57%.
En cuanto a los cinco Estados con menor recaudación absoluta, una característica que comparten, a excepción de Tlaxcala, es su disminución en tomas pagadas, con decrementos en promedio de 36.66%; cuando en todos los casos su población creció, en promedio en 11.51%. Esto es, la recaudación absoluta y en tomas pagadas es menor en 2023 que en 2010, por lo que asumimos que su eficiencia en recaudación cayó.
En este análisis, es importante tomar en cuenta los ingresos por hogares, que precisamente en los Estados con mayor recaudación, es también mejor que en los de menor recaudación, pero con la recuperación de los salarios reales de las familias mexicanas en el presente sexenio, se esperaría que estuvieran en mejores posibilidades de pagar por sus servicios de agua, aunque fuera no mayor al 5% de sus ingresos familiares, que es la recomendación internacional para proteger el principio de asequibilidad del derecho humano al agua, recordemos, que este cobro no tiene un carácter recaudatorio, sino que su esencia es incentivar el uso responsable de este recurso finito y escaso.
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