El juego de la democracia

La sociedad se expresó y lo hizo con contundencia. La mayoría decidió ayer quién quiere que los gobierne los próximos seis años y no hay vuelta atrás. Así es el juego de la democracia. El resultado de los comicios celebrados ayer en Coahuila, pero particularmente en el Estado de México, podrá gustar o no gustar a muchos, pero como todo en la vida, a veces se gana y a veces se pierde y es deber de un demócrata o una demócrata aceptar y respetar la decisión de los ciudadanos.

Para el ganador, o en este caso, la ganadora de los comicios mexiquenses, la morenista Delfina Gómez, el trabajo inicia desde ya. La celebración por el triunfo es cosa del pasado y más allá de la contundencia del resultado electoral, que se estima en nueve o diez puntos de diferencia, el oficio de gobernar inicia con un paso hacia la reconciliación de todos los mexiquenses.

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El proyecto de gobierno y las políticas públicas que se pondrán en marcha dentro de cuatro meses, cuando inicie el nuevo gobierno, no solo debe incluir o considerar a quienes votaron por la Alianza Juntos Haremos Historia, sino por el contrario, el reto es convencer a quienes no sufragaron por ella para que se sumen al nuevo proyecto, porque en la medida en que una política pública beneficie y satisfaga a la mayoría, mejor será la vida en sociedad para todos.

A diferencia de otros gobiernos emanados del mismo partido en otras entidades del país, Delfina Gómez deberá buscar la reconciliación con todos los sectores de la entidad: aliados o adversarios. Su deber es buscar el acercamiento y no la aniquilación. La reconciliación en lugar de la eliminación. Todos tienen algo que aportar en favor y beneficio de esta tierra, una de las más ricas por cuanto a su geografía, pero particularmente por su gente.

Desgraciadamente esa riqueza que aglutina el Estado de México contrasta enormemente con los niveles de pobreza, marginación, analfabetismo e inseguridad, por citar solo algunos aspectos que tiene la entidad. Justo por ello, la atención y concentración de la ganadora virtual de la elección debe ser en los problemas que requieren la mayor atención.

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Es importante analizar y ponderar lo que hicieron y dejaron de hacer los gobiernos pasados, todos emanados del PRI durante casi un siglo e incluso del mismo grupo político que impuso su ley durante casi un siglo en la entidad.

Pero de lo que se trata no es vivir del pasado o anclados en él para justificar lo que se hace en la nueva administración estatal.

Justo por eso los ciudadanos emitieron su voto en favor de un cambio de estafeta, de rumbo, para que quienes lleguen hagan las cosas de manera diferente.

Esa es la riqueza y en eso radica la importancia de la alternancia política en el país, para que que quienes llegan demuestren que las cosas se pueden hacer bien y en beneficio de todos y no de unos cuantos.

El Estado de México habló y habló con contundencia. El reto para Delfina Gómez es enorme, pero con el apoyo de todos los mexiquenses la entidad se podrá ver beneficiada.

REBURUJOS

Si la oposición a nivel federal no ha entendido el mensaje de las urnas difícilmente podrá dar la batalla en las elecciones presidenciales del próximo año. Por lo pronto ir juntos no les ha redituado un triunfo contundente.