Las palabras “El respeto al derecho ajeno es la paz”, resuenan con fuerza en el corazón de cada mexicana y mexicano como parte de nuestra identidad nacional. Transmitidas de generación en generación, son el símbolo de un ideal compartido de convivencia pacífica y respeto mutuo.
La cita completa proclama: “Que el pueblo y el Gobierno respeten los derechos de todos. Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz” y fue pronunciada por el presidente Benito Juárez el 15 de julio de 1867 al regresar a la Ciudad de México tras la derrota del emperador Maximiliano de Habsburgo. Ese día, Juárez emitió un manifiesto desde Palacio Nacional proclamando el triunfo de la República y llamó a la reconciliación.
Probablemente inspirada por el filósofo Immanuel Kant y su ensayo de 1795 “Sobre la paz perpetua”, la expresión nos recuerda que una paz duradera solo es posible cuando se respeta el derecho. Pero además de su valor simbólico, la frase es un axioma político, que hace referencia tanto a los individuos como a las naciones y en tal sentido encierra dos dimensiones, nacional e internacional, siendo ambas de la mayor relevancia en la coyuntura actual.
A nivel internacional, este principio marca una hoja de ruta para la coexistencia pacífica entre naciones, promoviendo el respeto mutuo como fundamento de relaciones diplomáticas sólidas y estables. En el contexto de los embates del presidente Trump y sus amenazas de imponer aranceles, nos recuerda que la firme defensa de la soberanía nacional es la única respuesta posible.
En su dimensión interna, la frase es aún más poderosa: que el pueblo y el gobierno respeten los derechos de todas las personas, sintetiza perfectamente la idea de Estado de Derecho como fundamento para la pacificación en tiempos de conflicto. Con ello aboga por el respeto a los derechos humanos dentro de la sociedad, subrayando que una paz verdadera solo puede alcanzarse, garantizando la dignidad y libertad de cada individuo, eliminando la discriminación y promoviendo la inclusión.
En el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, viéndolo de frente en la parte superior derecha, se advierte en letras doradas mayúsculas “EL RESPETO AL DERECHO AJENO ES LA PAZ”. Hoy, más que nunca, debe ser la promesa de reconstrucción de un sistema de justicia que por mucho tiempo ha hecho oídos sordos a los reclamos de un pueblo para el que la justicia sigue siendo una promesa sin cumplir.
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MPH