“El temor nunca se te va si no tienes papeles”

Ramiro Torres Chávez salió de Xalostoc, Ecatepec, hace 26 años, en busca del sueño americano. Vivía con sus papás y sus hermanas pero la dura situación económica y los deseos de tener una mejor vida lo llevaron a cruzar la frontera norte de indocumentado. Se instaló en Kingwood, un vecindario de Houston, Texas, donde trabaja como administrador de un car wash. 

Ramiro y su familia no quieren regresar a México

Tanya Vilchis Carmona, vive en el barrio de Baldwin Park, en Los Ángeles, llegó hace 21 años a Estados Unidos proveniente de Tlalnepantla, comenzó trabajando para una cadena de hoteles pero su amor por la comunicación y la actuación la llevó a trabajar como doble y extra en series de TV, aunque también emprendió un negocio de ventas por internet desde su casa. Ambos tienen miedo de las amenazas de deportaciones masivas que anunció el presidente electo Donald Trump. 

Tanya dice que todos sus amigos indocumentados hablan del tema, el temor está latente, pero tratan de vivir su vida normal. “la amenaza de que te agarre el ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas) siempre está ahí, a veces han agarrado paisanos por una multa de tránsito, hay que cuidarse mucho de no llamar la atención. Pero el temor nunca se te va si no tienes papeles, sabes que te puede agarrar”.

Ambos han sufrido el racismo y están conscientes de cómo los ve el americano blanco de clase media y alta. “Uno se acostumbra a lidiar con ellos. A mí ya se me resbala, pero a mi mamá no, ella se encabrona, ya se iba a pelear con una señora el otro día porque le reclamó que hablara en español”. 

Uno de los mayores temores que tienen ambos es que alguien que quieren caiga en las drogas. “El vicio de la droga aquí es muy fácil, es muy tentador, te lo digo porque muchos amigos, igual, llegan acá y se envician, porque hay mucha facilidad, mucho acceso”, señala Ramiro. Tanya ya pasó por eso, “uno de mis hermanos se metió en drogas, el idiota. Mi mamá, la familia, la pasamos muy mal cuando le dio por la coca, pero como somos muchos acá, se hizo el esfuerzo de meterlo a rehabilitación y ahí la lleva. Es lo peor que hemos pasado en Estados Unidos”.

Hay que ganar dinero

A pesar de estos peligros, ninguno de los dos desea regresar a México por el momento, pero sí quisieran vivir sus últimos días en tierras mexicanas. “Hay que ganar dinero y ahorrar, para que ya de viejita pueda mantenerme allá y estar en patria”. Ramiro piensa lo mismo y es un tema que comenta con otros paisanos. “Siempre traes el gusanito de que en algún momento vas a regresar allá. Allá tengo a mis papás, dos hermanas y sobrinos, entonces siempre te queda eso, de que algún día vas a regresar, planeamos que cuando ya seamos viejos, regresar para disfrutar la vida allá, eso está latente entre nosotros, los migrantes”.

PAT

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Ramiro y su familia saben que, pese al temor de ser inmigrantes indocumentados en un país hostil, no quieren regresar a México o, al menos, no en el corto o mediano plazo.