En el Vive Latino cantan y bailan sin miedo a nada

Miles de niños, jóvenes y adultos conviven sin cubrebocas

En el segundo y último día del Vive Latino 2022 quedaron atrás las medidas sanitarias, la música fue el antídoto perfecto para vacunar a los asistentes contra el tedio y encierro de dos años.

Desde las 13:00 horas llegaron en pareja o grupos para ingresar al Foro Sol, emocionados se mezclaban edades, moda, sudores y hasta saliva.

La Delio Valdéz rompió la seriedad de quienes iban llegando, pero minutos después ya las notas musicales corrían por el espacio del parque de Iztacalco y gracias al calor la cerveza y otras bebidas desaparecían en esas gargantas secas.

Minuto tras minuto entre escenario y escenario gritos de rock, reggae, hip hop y hasta una samba.

Vive Latino entre rock, reggae, hip hop y hasta samba

Lido Pimienta, cantautora colombo-canadiense desbordó pasión, sensualidad y levantó la voz por las mujeres, reprochando que en este festival y en el mes de la mujer solo había 9 mujeres en el cartel, pocas para tan grande evento.

Lido sorprendió al invitar a La Bruja de Texcoco, y entre ambos reventaron de voz la carpa, los asistentes a este concierto no pararon de aplaudir y gritar por esa pareja de talentos.

 Más tarde al caer la tarde, el escenario testigo de cientos de conciertos de leyendas de rock fue la sede para que Siddhartha demostrara que se ha convertido en un referente del indi, unas 40 mil voces, si no es que más, sirvieron de coro, el terreno y gradas se cimbraron.

Y a un lado, Cecilia Toussaint, la leyenda del rock, del blues, de la Carretera y de la calle de la Soledad, se adueñó de la raza, de los chavorrucos, unos con cabellos blancos y otros ya sin canas siquiera.

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Residente para presidente

Ahí en el Foro Indio estaba Residente, ante casi 60 almas, según cifras de un organizador, retando, animando y gritando contra los reggaetoneros.

Las manos y celulares arriba, moviéndose al ritmo de cada letra, y un coro gigantesco pidiendo que muera el reggaetón.

No había momento para descansar y a todo pulmón gritar ¡»Residente para presidente»!

Miles le pedían más, unos ya en el piso por el exceso de cebada fermentada y otros frescos como si no hubieran estado parados durante horas, al fin y al cabo, el Vive Latino se disfruta cada año y después de una difícil abstinencia era necesario desahogarse y liberar hormonas, neuronas y testosterona.

Todo estaba puesto para que los Fabulosos Cadillacs y Pixies cerraron la noche con broche de oro, cerveza, mota y rock. Hasta la próxima Vive.

TAR