Entre la percepción y la realidad: ENCIG II

La Fuente

La entrega pasada hablamos acerca de la percepción ciudadana en el servicio de agua a partir de la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG), del INEGI, continuamos con un panorama más amplio de los servicios públicos en general.

En México nos hemos acostumbrado a recibir una mala calidad de los servicios públicas, quizá porque desconocemos que existe otro nivel de servicios al que nunca hemos accedido o tal vez porque aceptamos esa calidad por el precio relativamente bajo que pagamos por ellos, aunque eso signifique terminar pagando más, por ejemplo por el agua, a cambio de no pagar o pagar menos del 3% de los nuestros ingresos familiares por todos sus servicios relacionados, terminamos pagando más por compra de agua embotellada de dudosa calidad, pipas, u otras formas sustitutas del servicio, sin contar el gasto adicional por posibles enfermedades relacionadas por el agua contaminada.

De acuerdo con la encuesta citada, el 70.5% de la población está satisfecha con el servicio de recolección de basura, sin duda, esta percepción cambiaría si nos enteráramos acerca de la gestión que se hace de los residuos sólidos nuestra percepción cambiaría; el segundo servicio mejor evaluado es el de agua potable, con un 53.7%, aunque segundo lugar éste porcentaje no es aceptable, máxime cuando la percepción de que podemos consumirla sin riesgo a nuestra salud es sólo del 24.4%, por tanto, es un atributo del servicio que no se considera prioritario para nuestra aceptación, como comentábamos, tal vez somos poco conscientes que para un efectivo cumplimiento del derecho humano al agua sí implica que sea apta para consumo humano.

El tercer servicio mejor ubicado es el de drenaje y alcantarillado con un 45.6%, técnicamente reprobado, el hecho de que esté calificado de esta forma se puede atribuir a los efectos inmediatos que se perciben por una fuga, sistemas de recolección colapsados, aunque la mayor preocupación y no sea tan evidente es la contaminación de acuíferos y cuerpos de agua donde por fugas o por disposición de las aguas aguas residuales ocasionan un daño al ambiente.

El cuarto lugar son los parques y jardines públicos, donde sólo el 40.8% está satisfecho de la cantidad y estado de sus áreas públicas; enseguida está el alumbrado público, donde el 40.5% manifiesta estar satisfecho; en cuanto a las carreteras y caminos sin cuota sólo el 31.3% manifestó sentirse satisfecho, aunque no se especifica si se trata por el mantenimiento, o también de cuán seguras son para transitar o por el riesgo de sufrir un delito; el 25.3% está satisfecho con su policía, la seguridad sigue siendo la mayor preocupación de la población por los efectos para una vida tranquila y también por sus efectos multiplicadores en casi todos los ámbitos de la sociedad;  finalmente, el 25.1% de los encuestados está satisfecho con sus calles y avenidas, no es una sorpresa puesto que conocemos la situación de la mayor parte de vialidades en las ciudades y poblaciones mexicanas.

Por supuesto que no todos los Estados de la República califican de igual manera sus servicios públicos, en algunos la percepción si corresponde a la eficiencia de los servicios, pero en otros la diferencia es el valor social que le damos a ellos, a pesar de esto queda claro que sólo la recolección de basura tiene una calificación medianamente aceptable, y los demás están reprobados por la población, es un llamado de atención a las autoridades responsables y también a la población a exigir mejores servicios y a la corresponsabilidad que tenemos en ello.

TAR