Exigen libertad para Elvira, mujer mazahua injustamente presa

Elvira Segundo García, una mujer mazahua, fue detenida mientras se encontraba con sus hijas, vendiendo quelites y otras verduras en un tianguis del municipio de San Felipe del Progreso, al sur del Estado de México.

Después de separarse de su esposo, éste la acusó de explotación infantil y hoy cumple una condena de 33 años en el penal de Nezahualcóyotl Sur, al oriente de la entidad y lejos de su tierra natal.

Su familia y vecinos de la comunidad donde nació, alzaron la voz para exigir que su caso sea revisado, pues argumentan que Elvira solo es víctima del machismo, de su ignorancia y discriminación por su condición de indígena.

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El machismo prevalece en San Antonio Mextepec

René Eduardo Hernández, representante de la comunidad de San Antonio Mextepec, explicó que junto con los padres, la abuela y hermanos de Elvira, han asistido a varios foros en busca de su defensa y libertad.

“No concordamos con toda esa denuncia porque el esposo de ella ha hecho muchas actividades delictuosas en nuestra comunidad… ella siempre ha sido una mujer trabajadora, en nuestra comunidad somos como 200 personas y siempre la hemos visto vendiendo quelites, nopales. No es una persona rica, no maneja personas, solo llevaba a sus niñas que la acompañaran a trabajar, ese fue todo su delito”, explicó el líder comunitario.

El hombre explicó que prevalece el machismo en su comunidad y que ese podría ser el único motivo por el que su ex pareja decidió acusarla.

Solicitan intervención de Gobierno Estatal

Los padres y la abuela de Elvira, quienes son personas de la tercera edad, solicitaron la intervención de la gobernadora Delfina Gómez, para que se haga justicia y se dé celeridad a la revisión del caso.

En su lengua náhuatl, la madre de Elvira pidió ayuda, pues insistió en la inocencia de su hija, cuyos usos y costumbres es no separarse de sus hijos aún cuando vayan a trabajar.

Dijo que a raíz de la detención de su hija, ella enfermó de diabetes y así se ha estado haciendo caso de sus nietas, ante el abandono del padre que logró que Elvira esté encarcelada desde hace cuatro años.

La abuela señaló que han vendido sus animalitos de granja y destinado todo lo que ganan de la venta de verduras para ayudar a Elvira, quien cumple su condena a miles de kilómetros de su hogar.

DB