Fernando Sánchez, abriendo brecha al cine mexiquense

Fernando Sánchez Mendoza es un cineasta independiente del Valle de Toluca, comprometido con su trabajo, su arte y el de los demás, mismo que busca abrir brecha para el talento local a través de sus filmes y un espacio donde se vive y repita el séptimo arte en la capital mexiquense, el Centro Audiovisual Toluca (CAT).

Fernando Sánchez, abriendo brecha al cine mexiquense

Como probablemente la gran mayoría de personas, Fernando descubrió el cine a través de la televisión, lo que percibió como algo importante toda vez que “desde chico se reconoce el cine, un proceso que puede ser misterioso o mágico, te toca ver películas muy memorables que se quedan en tu mente. El cine no pasa desapercibido”, comentó.

Formación académica

Fue hasta la universidad donde descubrió su pasión, por completo accidente, pues relata que estaba encaminado a la filosofía y descubrió en el cine una herramienta para comunicar sus pensamientos, encontrando la complejidad de este arte.

“Entré a filosofía, creo que mi corazón ha estado en las humanidades, la reflexión y el pensamiento, pero ocurría una gran encrucijada, que es que en México no se lee mucho, o si se lee son otro tipo de cosas y había que buscar la manera de llegar a otras personas de manera más digerible y amena, fue cuando me di cuenta que la opción era el cine.

“En un principio ocupé el cine como herramienta de mensaje, cuando entré realmente fue por una cuestión muy utilitarista, muy práctica, porque veía en este el medio para poder externar una idea; sin embargo, me llevé una sorpresa porque me di cuenta de que el cine es mucho más que eso”, compartió.

Fundó el Centro Audiovisual Toluca como un espacio que brinda apoyo a la comunidad para la difusión de sus proyectos

Ontología del cine fue la que cambió su percepción por completo, misma que define como el estudio de la imagen cinematográfica, pero en su propio ser, lo que lo remontó a la importancia que les daba a las películas cuando niño cambiando su visión y marcando su rumbo artístico.

“Mi visión ha cambiado en buscar una imagen más esencial de la cinematografía, más conectada con un sustrato más idéntico a lo que es la realidad, cuando hago cine intento añadirle toda esa atmósfera que uno puede sentir cuando está; por ejemplo, en un parque, el viento, el sol, es como hacer eso con las imágenes.

“Mi postura está en encontrar esa sustancia de la imagen, no mirarla como un mero artefacto sino desde su aspecto más afectivo y relacionada con los sentimientos”, detalló.

El artista cursó, a la par, la carrera de filosofía y cinematografía, durante ese tiempo formó parte del programa de movilidad de la UAEMéx estudiando un tiempo en Italia y Uruguay, fue en este último país al que regresó años más tarde para comenzar su trayectoria.

El mexiquense siente la necesidad de poder llevar su propuesta cinematográfica a más personas. Foto especial 

“Mi profesión como cineasta se da en Uruguay, cuando voy a hacer un documental sobre la vida del escritor Eduardo Galeano, ahí trato de alejarme de todos los preceptos o conocimientos para tratar de hacer un filme que fuera lo suficientemente honesto como para poder tener una autoría cinematográfica; es decir, una propuesta de dirección.

“Fue ahí donde nació el Fer cineasta, yo no quería parecerme a nadie, sino que encontrarme a mí. Me resuena la frase de que nadie es profeta en su tierra, a veces minimizamos el trabajo de los compañeros y el trabajo mío se derivó porque yo tenía mucha afiliación por el autor”, comentó.

Desde otros lares

Se fue con la intención de buscar al autor, logrando su cometido, además de que se encontró con personas dispuestas a colaborar, lo que señala no pudo obtener en México ni la entidad. Por seis meses se mantuvo trabajando para obtener la información que necesitaba para realizar un corto documental, pues considera que las obras tienen su propio tiempo, no se pueden ni extender ni acortar; hay que dejarlas “ser”.

Al regresar a casa (Toluca), tenía un producto de valía; sin embargo, surgió la disyuntiva de qué hacer con el filme. El “festivaleo” fue la respuesta a la cuestión, lo que derivó en “debut” artístico que lo llevó a conseguir galardones y espacios en salas comerciales, en diferentes países de Latinoamérica; incluyendo México.

“En ese momento no tenía la noción, todavía pensaba que era entrar al festival y con eso acababa la liga de la película y todo se da gracias a que en un festival había el convenio de poder entrar a salas de cines, resultó seleccionado el trabajo. 

“Aunque tuve que salir para que el filme pudiera ser visto, aquí en el festival de cine de Toluca, se ganó en pantalla abierta, también en miradas locales, en el FENACIES, ese es auspiciado por la ONU, en Uruguay, en Chile, también se visualizó en cadenas comerciales de Cinemex, también en varios países de Latinoamérica, es un poco de lo que recuerdo”, mencionó. 

A la par de esta experiencia, y como otra opción a las necesidades, tanto suyas como de los cineastas locales, fundó el Centro Audiovisual Toluca como un espacio que brinda apoyo a la comunidad para la difusión de sus proyectos.

“Soy alguien que entró al cine por una cuestión muy práctica, pero después se dio cuenta que este lo rebasaba hay algo superior en el cine”, concluyó.