Fútbol de amputados, una esperanza de vida

Raymundo Urrutia tiene una meta clara: Pertenecer a la Selección Nacional y triunfar en un Mundial

El cáncer le arrebató a los 11 años a Raymundo Urrutia una pierna y su sueño de jugar fútbol, mismo que retomó al saber que en Toluca hay equipo para personas amputadas; no solo volvió a las canchas sino estuvo en el proceso para integrar la selección de México para enfrentar la Copa Mundial de Amputados en Turquía. 

Ray, como le dicen de cariño, relató durante su entrenamiento en el municipio de Tenango del Valle, que ser niño sin una pierna fue difícil porque con el paso de los meses y los años, se encerró, ya no jugaba, no salía, no tenía amigos. 

Fútbol de amputados en Toluca

Cuando la depresión comenzó a invadir sus días, su madre -quien es entrenadora de fútbol- llegó a su casa y le habló sobre un equipo nuevo en Toluca en el que los integrantes eran jóvenes y señores a quienes también les faltaba una pierna. 

«Era un grupo de personas con una amputación, como yo, empiezo a jugar y de hecho es con muletas que se juega el deporte, yo ya las tenía pero no las ocupaba, las empiezo a utilizar y me doy cuenta de que sí se podía y que incluso podía correr con ellas”.

Antes de regresar a la cancha, le daba pena su condición física pero conocer a personas que se dedican a este deporte sin ponerse límites, lo animó a salir adelante y, aunque sabe que le hace falta mucho en su fútbol, estar entre los mejores lo alienta a redoblar esfuerzos. 

«Lo difícil es la constancia, no es difícil aprender si se hace diario, lo puedes aprender muy rápido siempre y cuando seas constante… siento que me hace falta mucho para poder estar a la par de los que ahorita ya son mis compañeros, pero me siento muy contento de acompañarlos». 

La liga para personas amputadas está apenas en construcción

Aunque ya sabía jugar fútbol, para el joven de 24 años, ingresar a este equipo fue volver a aprender todo de cero y hacerlo a la par de llevar sus estudios universitarios, su matrimonio y trabajar.  

Antes de este llamado, el equipo nacional ya lo había intentado contactar hace algunos años, pero le fue imposible integrarse porque en ese entonces estaba cursando la universidad, tenía otros compromisos y no se dedicaría 100 por ciento con ellos. 

Lamentó que en México la liga para personas amputadas está apenas en construcción y solo en algunas partes del país se les reconoce y van a ver los partidos de los pocos equipos locales que hay. 

Para Ray el hecho de que ya haya un equipo nacional es señal de inclusión y de empiezan a voltearlos a ver; sin embargo, en otros países la liga de amputados es profesional, hay divisiones y a sus jugadores les pagan, algo que espera suceda en México pronto. 

En México esta variante del balompié no es nueva

Desde el llamado que le hicieron, ha reforzado el entrenamiento y se levanta temprano todos los días para trabajar, regresa a las canchas, hace ejercicios de velocidad, pases, equilibrio, botar la pelota, tiro a la portería, entre otros; en la tarde vuelve a repetir los ejercicios. 

En mayo de este año a Ray lo volvieron a invitar a formar parte de la Selección Mexicana para disputar la Copa Mundial de Amputados.

Aceptó el reto, pero los lugares se recortaron de 18 a 15, quedando fuera de la última visoria.

La escuadra azteca se presentó en dicha justa deportiva internacional, aunque sólo llegaron a octavos.

“Como yo fui uno de los últimos de entrar a las visorias, ya no me convocaron”, compartió.

Sin embargo, Raymundo Urrutia no pierde las ganas de seguir jugando y la meta que ahora se ha planteado es esforzarse doblemente en los entrenamientos para ser mejor y poder conseguir un boleto para participar en la Copa América que se celebrará en dos años.

Proceso en el que cada uno de los jugadores son llamados y los directivos toman la decisión final de los que resultan seleccionados.

“Más que nada sería seguir mejorando para poder en esta ocasión, sí poder ir… ellos te llaman, tú no vas… y con seis meses de anticipación conocemos si estamos dentro de la lista o no”.

En México esta variante del balompié no es nueva, la Asociación Nacional de Amputados nació en 2012 y, dos años después, nació la Liga Nacional, la cual está conformada por 12 equipos a lo largo del país, sin embargo, no cuentan con apoyo por lo que cada jugador solventa sus equipo, como los bastones de aluminio que usan y tienen un costo mínimo de mil 500 pesos.

Por ello se ha reconocido que lo que mueve a los futbolistas de esta rama es pasión pura.

SPM