Guía de la muerte

Ideas Sueltas

El último día de este mes se cumplirá un año de que México informara al mundo sobre los dos primeros casos de connacionales contagiados por el virus SARS-CoV-2. Sobra decir que nadie imaginaría que un año después el país habría acumulado en su fría estadística un millón 992 mil 794 contagiados de los cuales 174 mil 207 perdieron la vida.

Si bien es cierto que la llegada a México de la vacuna contra el coronavirus es una luz de esperanza, la desorganización evidente de las autoridades para su aplicación –-sumado a la rapiña política que del inmunológico están haciendo autoridades, partidos políticos y candidatos— nos hacen prever que la cifra de infectados y fallecidos seguirá creciendo considerablemente.

Frente a este panorama, no dejan de ser alarmantes los datos contenidos en un libro de reciente aparición: “Un daño Irreparable. La criminal gestión de la pandemia en México”, escrito por la Doctora Laurie Ann Ximénez-Fyvie, quien no es ninguna improvisada en el tema. Ella es Doctora en Ciencias Médicas por la Universidad de Harvard y jefa del Laboratorio de Genética Molecular de la UNAM.

Datos y cifras documentadas, investigaciones de años y explicaciones científicas reflejan, a decir de la autora, la soberbia, arrogancia, manipulación y mentiras con las que las autoridades sanitarias del país han manejado la pandemia, en particular el subsecretario Hugo López-Gatell “un político disfrazado de hombre de ciencia a quien se le confirió el poder para decidir sobre la salud y la vida de los mexicanos durante una crisis de tan largo alcance”.

En el texto, de apenas 264 páginas, se describe cómo para inicios de abril del año pasado el Consejo de Salubridad General, formado por 15 integrantes, muchos de ellos de gran prestigio, dio a conocer en su sitio web la primera versión de la llamada “Guía bioética de asignación de recursos para medicina crítica”, que la doctora Laurie Ann no duda en calificar de “guía de la muerte”.

El documento, “que después desapareció del sitio” “en la práctica sirve para decidir a quién se le negará la atención médica, dejándolo morir, y a quién se le dará una oportunidad de vida admitiéndolo al hospital”. La autora asegura que a partir de diciembre pasado, con la situación catastrófica que se empezó a registrar a nivel nacional, en algunos hospitales esa guía se puso en práctica.

Un ejemplo de cómo se decidiría si alguien contagiado con el virus es internado en un hospital público o no, lo pone la autora en un caso ficticio en su propia persona. Ella, quien en la vida real padece esclerosis múltiple y ya dio positivo a Covid-19, en el caso ficticio acude a un hospital y al mismo tiempo llega una joven sin comorbilidad. De acuerdo con la guía, la segunda sería admitida al nosocomio por tener más posibilidades de salvar la vida.

“Redactada en abril de 2020, esta guía “bioética” es la prueba flagrante de que el máximo funcionario encargado de la crisis sanitaria actual no tenía ninguna intención de detener los contagios”, indica.

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