Hasta siempre, Ifigenia Martínez 

El México actual no lo podríamos entender sin los liderazgos de Valentín Campa, Gilberto Rincón Gallardo, Heberto Castillo, Rosario Ibarra de Piedra, Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, José Woldenberg, Ifigenia Martínez y Hernández.

Personajes que dieron vida en diversos momentos al Partido Comunista (PC), al Partido Socialista Unificado de México (PSUM); al Partido Revolucionario de Trabajadores (PRT); al Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional y al Partido de la Revolución Democrática (PRD). 

Quienes, en diversas etapas, representaron desde 1977 con Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procedimientos Electorales que impulsó el Presidente José López Portillo, a través del Secretario de Gobernación Jesús Reyes Heroles, la izquierda Mexicana que entonces cobró legalidad y legitimidad.

Lo que permitió en 2018 llevar a su primer presidente Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República y, ahora, a Claudia Sheinbaum Pardo, con una mayoría absoluta en el Congreso de la Unión.

La maestra Ifigenia, economista, académica y política, junto con Cuauhtémoc y Porfirio quienes, en 1987; impulsaron al interior del entonces partido hegemónico el PRI en el Gobierno de Miguel de la Madrid, la llamada “Corriente crítica”, que derivó en el rompimiento de la  entonces “dictadura perfecta” que cada seis años se renovaba con un nuevo grupo político.

Lo anterior llevó a la primera candidatura de a la presidencia a Cárdenas Solorzano enfrentado a Carlos Salinas de Gortari y al llamado “fraude electoral” de 1988, que, por cierto, Muñoz Ledo ganó la primera senaduría de oposición en la capital del país ese año.

El papel de Ifigenia Martínez fue decisivo para la construcción en 1989 del PRD, donde a lo largo de su carrera política, Martínez fue senadora y diputada federal en varias legislaturas.

Como legisladora, defendió la justicia fiscal, los derechos de las mujeres, la transparencia, la rendición de cuentas en el gobierno y la equidad en el desarrollo económico. 

Su experiencia como economista le permitió aportar un enfoque técnico y riguroso en la creación de políticas públicas que priorizan a los sectores más desprotegidos de la sociedad.

Como una mujer de lucha, se sumó al Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), donde cerró su ciclo de vida y política como presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, y quien entregó el 1 de octubre la banda presidencial a la primera mujer titular del Poder Ejecutivo Claudia Sheinbaum Pardo. 

Ese día escribió: “Hoy, más que nunca, necesitamos tender puentes entre todas las fuerzas políticas, dialogar sobre nuestras divergencias y construir, juntas y juntos, un país más justo y solidario.

“Es tiempo de altura de miras. Es tiempo de construir nuevos horizontes y realidades. Es tiempo de mujeres. Sigamos dejando huella”.

Sin duda, muy merecido fue que el 7 de octubre de 2021, el Senado de la República otorgó a Ifigenia Martínez la Medalla Belisario Domínguez, uno de los más altos honores en México.

Por eso hoy lo digo: hasta siempre Maestra, que su legado siga siendo testimonio de la lucha por las causas sociales en favor de los más desprotegidos.

PAT

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