Indígenas y pensadores son parte de la historia del Edificio de Rectoría

El edificio de Rectoría por casi 200 años ha sido testigo de la historia y sede de personajes que van desde niñas indígenas hasta pensadores

Una de las construcciones más representativas de la capital mexiquense es el edificio de Rectoría, espacio que por casi 200 años ha sido testigo de la historia de la ciudad.

También ha sido sede de personajes que van desde niñas indígenas hasta pensadores ilustres.

Así lo afirmó Marisela del Carmen Osorio, cronista del plantel Ignacio Ramírez Calzada de la casa de estudios, quien detalló que a mediados del 1800 quisieron convertirlo en beaterio.

Aunque no se concretó y funcionó como un colegio para niñas españolas e indígenas.

Para 1829, dijo, el Instituto se instaló en Tlalpan, cuando era la capital del Estado de México, y en Toluca a partir de 1833, donde se daba educación solo a hombres, al igual que en todo el país.  

Precisó que el edificio, también conocido como la “casa de los 100 arcos”, fue testigo de la invasión norteamericana a mediados del siglo XIX.

Así como plataforma para grandes académicos, políticos y artistas, por lo que subrayó el valor cultural e intelectual de esta edificación.

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Principales espacios

Patio del Centenario

La especialista comentó que los más curiosos podrán observar las fechas más importantes del lugar en sus muros, principalmente tres:

Su inauguración el 3 de marzo de 1928

La reapertura definitiva en 7 de noviembre de 1946

Cuando se transformó en Universidad con 5 licenciaturas: Medicina, Jurisprudencia, Comercio, Pedagogía y Humanidades, el 21 de marzo de 1956.

“Poco tiempo después se unió ingeniería y arquitectura, y ya para los 70s hubo una explosión de carreras hasta las que conocemos ahora”.

Monumento Juventud y Senectud 

Ubicado en la esquina de Juárez e Instituto Literario, se creó en conmemoración de los 100 años de la universidad en memoria de los docentes, el cual tardó 5 años en construirse y fue diseñado por el arquitecto Vicente Mendiola.

“Quien posa para este, es la esposa del escultor, una mujer egipcia que en ese momento tenía 27 años de edad”.

Plaza de la Autonomía

A un costado, sobre Rayón, se encuentra el monumento a la autonomía creado en 1994 por Leopoldo Flores, uno de los artistas mexiquenses más reconocidos dentro y fuera del Estado de México.

Árbol de Mora

Con 200 años de vida, el árbol de Mora es una de las principales insignias de la UAEM, ubicado en la Plaza de la Autonomía “es el último que nos queda.

De hecho ya se estaba desgajando, las ramas se partía, y sacaron un piecito y lo sembraron a un lado, resulta que empieza a crecer y le da vida, ahora los dos están ahí y siguen dando moras”.

La uaemita concluyó que el Edificio de Rectoría resguarda memorias de identidad institucional entre museos, jardines, monumentos y murales.

Lo anterior como un recordatorio de los que pasaron por sus pasillos para consolidar una universidad para los que vienen. 

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