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Joaquín Guzmán López, conocido como El Güero e hijo de Joaquín El Chapo Guzmán Loera, se declaró culpable de narcotráfico y crimen organizado ante la Corte de Distrito del Norte de Illinois, en Estados Unidos. La decisión fue presentada frente a la jueza Sharon Johnson Coleman, donde también reconoció haber participado dentro de la célula de Los Chapitos, una de las ramas del Cártel de Sinaloa.
Durante su comparecencia, El Güero también admitió haber intervenido, en 2024, en el secuestro de Ismael “El Mayo” Zambada García, uno de los líderes históricos del Cártel de Sinaloa. Según la información presentada por la fiscalía, el objetivo era trasladarlo a territorio estadounidense.
El segundo hijo del Chapo en llegar a un acuerdo con Estados Unidos
Con este procedimiento judicial, Joaquín Guzmán López se convierte en el segundo hijo del Chapo en alcanzar un acuerdo con las autoridades de Estados Unidos. Su hermano, Ovidio Guzmán López, ya se había declarado culpable de cuatro cargos relacionados con crimen organizado y tráfico de drogas en la misma corte.
Ambos formaron parte de Los Chapitos, grupo señalado por las autoridades estadounidenses como uno de los principales responsables del tráfico de drogas hacia su país, especialmente fentanilo, cocaína, metanfetamina y heroína.
Acusaciones contra Joaquín Guzmán López
Las acusaciones formales contra Joaquín y sus hermanos —Ovidio, Jesús Alfredo e Iván Archivaldo— abarcan delitos cometidos desde 2008 hasta 2021, todos relacionados con su participación dentro del Cártel de Sinaloa y operaciones de alto nivel para traficar sustancias ilícitas hacia Estados Unidos.
Tráfico internacional y ganancias millonarias
De acuerdo con documentos judiciales, Los Chapitos importaban grandes cantidades de cocaína, heroína, metanfetamina y mariguana desde países de Centro y Sudamérica como Colombia, Ecuador, Venezuela, Perú, Panamá, Costa Rica, Honduras y Guatemala, utilizando rutas que desembocaban en México antes de cruzar hacia Estados Unidos.
La acusación señala que Joaquín Guzmán López recibía más de 10 millones de dólares al año derivado de estas operaciones. Además, enfrenta cargos por lavado de dinero, posesión de armas de fuego y pertenencia a una empresa criminal continua.
Una estructura coordinada desde hace décadas
El expediente detalla que Joaquín formó parte de la red criminal que operaba bajo el mando de El Chapo y El Mayo, quienes durante años dirigieron las rutas de tráfico de drogas. Junto con sus hermanos, coordinaba actividades clave del cártel, lo que los llevó a ser identificados colectivamente como Los Chapitos, también llamados Los Menores o Los Chiquillos.
La declaración de culpabilidad podría abrir la puerta a una sentencia reducida a cambio de cooperación con las autoridades estadounidenses, aunque los términos del acuerdo aún no han sido revelados.
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