La Crisis del Agua
Diálogo en silencio
Después de ver lo que pasa en Nuevo León con una crisis originada por la falta de agua, pareciera que el destino nos está alcanzando.
Lo más triste es que no aprendamos de esa dura lección y hagamos mutis ante una realidad muy compleja y amenazante del porvenir de las próximas generaciones.
La situación no es para menos y se han tratado de establecer medidas, algunas muy severas, para tratar de contener un excesivo consumo del vital líquido, como lo es un nuevo esquema de multas que castigan hasta con mil pesos a las personas que laven su auto y rieguen el jardín con agua potable.
Son dramáticas las escenas que se difunden, que parecen extraídas de una película de ciencia ficción, y que retratan entre otros aspectos, el desbasto de agua embotellada y los aumentos en sus precios por la carencia del líquido o agrias discusiones y peleas con garrafones de agua, como ocurrió en Guadalupe.
Pero debemos estar alertas; esa situación si bien se registra en el norte del país, debe llamar a una profunda reflexión sobre el uso y aprovechamiento del agua en otras regiones del país. Ya no hay mañana.
¿Estaremos cada vez más cerca del llamado Día Cero?
Especialistas han definido al Día Cero como aquel en el que el suministro libre de agua potable en un lugar y líquido comienza a ser racionado; otros lo señalan como la fecha en la que ya no habrá suficiente agua para atender las necesidades de la población y recuerdan que Ciudad del Cabo, en Sudáfrica fue el primer lugar del mundo que estuvo a punto de quedarse con el vital líquido.
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El panorama no está lejano en nuestro país. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) alertó que en la Ciudad de México ese día podría llegar en el año 2028.
Remie Neijts y Diego Rubio, especialistas del Tecnológico de Monterrey de Saltillo, Coahuila, entidad vecina a Nuevo León, que es el actual epicentro de la crisis de agua, señalaron cuatro factores que llevarán a la escasez de agua: aumento de la población; industria y agricultura; condiciones climatológicas y el estilo de vida.
La crisis no sólo afecta al Norte; en el centro del país también se padecen problemas complejos con el abasto de agua y aquí uno de los factores que inciden es su desperdicio.
De acuerdo con el Centro Virtual del Agua, la cuenca del Valle de México es la región que más agua desperdicia a consecuencia de las fugas de la red hidráulica, que según las autoridades de la Comisión Nacional del Agua, alcanza un 38 por ciento.
A propósito de este tema, en la Gaceta de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se puntualiza que en el Valle de México se pierden 21 mil litros por segundo de cada 63 mil que llegan por falta de mantenimiento e infraestructura defectuosa.
Incluso el Consejo Consultivo de Agua señala que según la OCDE, las viejas tuberías hacen de México uno de los países con mayor desperdicio de agua.
En este sentido, el promedio de agua que se pierde al año por envejecimiento de tuberías es del 20 por ciento, pero en la capital del país es del 40 por ciento y en otras ciudades llega al 60 por ciento.
Este tema debe llamar a un profundo análisis y el diseño de políticas públicas de carácter preventivo para mitigar a la brevedad lo que a todas a luces es una de las crisis más severas del siglo.