La crisis que viene
Conversando
El invierno está cerca y con él se asoma una crisis que inevitablemente terminará por resentir México. Y es que un desequilibrio -después de la pandemia- entre la oferta y la demanda de gas está haciendo que su precio se dispare justo cuando la mitad del mundo entrará a los fríos más intensos.
No es casualidad que el Gobierno de China ordenara a sus empresas energéticas estatales que se aseguren el suministro para este invierno.
A medida que la economía se recupera de la pandemia y la gente vuelve a las oficinas, la realidad es que los precios de la energía van en aumento, derivado de una falta de carbón en el mundo, es por ello que todas las miradas se posan en el gas.
Sin embargo, los principales productores del energético parecen estar lejos de poder satisfacer la demanda y es por ello que se ha encarecido los precios. Justamente la semana pasada los precios del gas en Europa alcanzaron máximos históricos porque Rusia mantiene un estricto control de la oferta, al tiempo que China busca más cargamentos de gas natural licuado a pesar de los precios récord.
Esto no ha sido ajeno a México, pues las importaciones de gas natural que realizó Pemex entre enero y agosto de este año tuvieron un costo de mil 626 millones de dólares, lo que representó su mayor nivel desde 2017, según datos del Sistema de Información Energética. Para términos prácticos el costo de importar gas se incrementó en 259 por ciento en comparación del mismo periodo del año anterior… ¡259 por ciento!
Ahora bien, aunque el precio del gas esté más caro, la realidad es que el país sigue comprando los mismos volúmenes y con una crisis en ciernes proveniente de Europa, pero que resiente Estados Unidos y por lo mismo el resto del mundo, bien harían las autoridades en trazar una estrategia que permita sortear la crisis.
Es así que en el mundo no salimos de una crisis, cuando ya tenemos la siguiente. Y es que la recuperación económica que supone un eventual regreso de las actividades económicas después de la pandemia por Covid 19 podría verse descarrilado porque diversas industrias no tuvieran el suficiente gas para satisfacer su demanda.
¿Se imagina que el gas escaseara en cualquier país para la producción de energía eléctrica? Por donde se le vea, este no es un tema menor y si bien es en Europa donde más se siente la presión, la realidad es que la escala global, va a terminar por alcanzarnos.
Twitter: @campudia