La importancia de los Organismos Operadores de Agua
La Fuente
Los Prestadores de los Servicios de Agua Potable y Saneamiento (PSAPyS), en cualquier país del mundo, son considerados como organismos prioritarios para el bienestar de la sociedad. En México, de acuerdo con la Constitución, dicha responsabilidad recae en los Municipios.
En la Carta Magna se encuentran implícitos cinco grandes objetivos de política pública.
El primero es garantizar los derechos humanos al agua y al saneamiento. De los 54 derechos reconocidos por la CNDH, solo éstos tienen el carácter de ser “servicios públicos municipales”.
Aunado a ello, hay múltiples acuerdos internacionales firmados por México que confirman el compromiso de nuestro país en dicho tema. Incluso la Suprema Corte de Justicia se ha manifestado múltiples ocasiones a favor de los ciudadanos que han interpuesto alguna inconformidad, al sentir que sus derechos de acceso al agua han sido negados. Pueden imaginar el tamaño del reto a cumplir.
El segundo objetivo es preservar el ambiente. Esto se realiza mediante un acuerdo para la disposición de las aguas residuales para lograr un equilibrio ecológico con los ecosistemas donde son vertidas. Todos los días, hogares, comercios e industrias descargan sus aguas contaminadas a las instalaciones de los PSAPyS, esto con la finalidad de que sean tratadas adecuadamente, sin embargo, y a pesar de los esfuerzos realizados, solo se trata adecuadamente el 40% de las aguas residuales recolectadas, lo que deriva en un grave problema de contaminación de nuestro ríos, lagos, lagunas y mares.
El tercer objetivo ha tratar es promover el desarrollo económico. Depende de los PSAPyS dar la factibilidad para que cualquier establecimiento, desde una pequeña tienda hasta una gran fábrica, tenga el agua suficiente para que pueda operar y a la vez se promueva la apertura de nuevas empresas.
En una situación ideal, los planes de desarrollo urbano deben ir aparejados con planes de desarrollo económico y no puede existir, ni lo primero ni lo segundo, sin contar con la posibilidad de prestar los servicios de agua y saneamiento.
Cada vez son más frecuentes los conflictos con este tipo de establecimientos por falta de agua. Por ello es necesario lograr un equilibrio entre la dotación de agua que reciben los hogares y la brindada a las actividades económicas que generan empleos, bienes y servicios.
Un cuarto gran objetivo es asegurar la salud de los habitantes. El agua que se distribuye a los hogares debe ser potable, es decir, apta para consumo humano. Esto debe ir acompañado de un manejo adecuado de las aguas residuales. De no ser así se expone a los habitantes a enfermedades.
Ejemplo de ello es lo que vivimos con la pandemia por el SARS-COV-II. Contar con agua es fundamental para implementar las medidas de higiene adecuadas en la prevención de los contagios.
Y finalmente, el quinto objetivo es reducir la pobreza. Múltiples indicadores señalan la evidente relación que existe entre la falta de servicios de agua y saneamiento con la pobreza en la población.
Algunos estudios (ETHOS, 2018) señalan que el 40% de la población mundial en situación de pobreza carecen de servicios de agua y saneamiento. En México se debe considerar otro factor: el momento que le dedican los hogares a la compra de sustitutos de los servicios de agua, como garrafones, agua embotellada e incluso pipas.
Dado que los SAPyS son, en gran medida, responsables de estos objetivos de política pública que inciden en el bienestar y adecuado desarrollo de nuestra sociedad, es justo que les demos el carácter de servicio de interés, utilidad pública y de seguridad nacional, que ocupen lugares en primera fila para escuchar su opinión y validación de propuestas de toda índole en la gestión de los recursos hídricos.
¿Se imaginan una discusión en la Política Energética de México sin que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) sea objetivo y destino de los debates?
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