La intención del tripartidismo de Morena

El PRD, tras tres décadas de existencia, enfrentará su inminente desaparición si no logra revitalizarse con aquellos desencantados por las prácticas de Morena en el Estado de México y a nivel nacional. El destino del partido de la Revolución Democrática pende de un hilo, pues requiere de una auténtica renovación para evitar la extinción.

Morena, consciente de su creciente poder, aspira a reconfigurar el panorama político en México y, específicamente, en el Estado de México, que sería su laboratorio. Es claro que busca establecer un «tripartidismo» donde sean la única opción de izquierda, relegando al PRD a un papel marginal. Este afán deja poca maniobra para la diversidad política y democrática en México, algo por lo que muchos de los militantes morenistas, que hoy ostentan el poder, pelearon por muchos años.

En esta batalla por la supervivencia, el Estado de México se ha convertido en el campo de prueba, donde el PRD se aferra desesperadamente a alianzas con partidos rivales para mantener su influencia local. Pero las concesiones otorgadas debidas a su debilitamiento generan interrogantes sobre su verdadero propósito y capacidad de resistencia. El PRI se ha convertido en su sostén.

El plan de Morena amenaza con desaparecer las coaliciones electorales con una gran reforma nacional en la materia, al dejar a los partidos satélites en una situación difícil, sujeta al mínimo porcentaje de votación requerido por ley. La desaparición de estas alianzas podría ser un hecho si Morena logra la mayoría en los congresos federal y locales.

A medida que Morena se consolida, podría sí convertirse en el único partido de izquierda, y es que busca absorber los últimos vestigios del PRD. Ha desafiado a Jesús Zambrano, quien defiende con fiereza la identidad de lo que él llama la verdadera izquierda. En esta lucha de poder, el PRI ha surgido como un aliado, sólo hay que ver las concesiones otorgadas a un perredismo casi muerto en la entidad mexiquense.

El panorama se hace más oscuro para el PRD a medida que el tiempo avanza y se hace más poderoso Morena. Llegar a 2027 con el INE dando confirmación a Morena como partido político dominante es lo más preocupante para el perredismo. 

El futuro del PRD está en efecto en juego. Todo dependerá de los resultados que la alianza “Fuerza y Corazón por México” logre en las elecciones del 2 de junio. 

Su supervivencia pende de un hilo muy delgado, lo mismo que los llamados partidos satélite. Pero esos no le importan tanto a Morena, pues el hecho de que se les vea como la real izquierda, ya es una piedra en el zapato para el partido el poder.