La máxima en política de que la forma es fondo continúa vigente

Y se puede constatar con lo que recién atestiguamos en el Estado de México con la audiencia ciudadanía que encabezó la gobernadora Delfina Gómez Álvarez.

Este ejercicio tuvo una duración de más de 11 horas y fueron atendidas más de mil personas de diversos municipios mexiquenses. De acuerdo con la información oficial, se realizará de manera mensual.

Sin duda es inédito; es la primera vez que una gobernadora abre las puertas de la sede del Poder Ejecutivo a la población en un esquema con la participación de todo su equipo de trabajo integrado en el gabinete y con la participación incluso de instancias como la Fiscalía General de Justicia y la Comisión Estatal de Derechos Humanos.

La gobernadora trae consigo el bono de la alternancia y el hacer historia como la primera mujer que gobierna el Estado de México después de cerca de un siglo de gobiernos emanados del Partido Revolucionario Institucional.

De ahí que estas acciones mantienen expectativa en la opinión pública. La audiencia ciudadana genera confianza. La gente quiere ser escuchada y atendida.

En el libro Democracia, Amistad y Purga de la politóloga americana Jane Mansbridge, (Editorial Gedisa), Felipe Rey, quien tuvo a cargo su edición, señala que la autora cree que los fenómenos de hoy son la democracia gritando para ser atendida y la gente pidiendo a gritos poder y sobre todo ser escuchada.

Por ello este ejercicio restablecerá la confianza en las autoridades; escuchar y resolver se convierte en un valor agregado, sobre todo se actúa de manera congruente con lo que se ofreció en campaña.

Y eso llama la atención porque la confianza en las instituciones y en los políticos ha venido a menos. Dos estudios que si bien no son recientes pueden ejemplificarlo:

En 2014 el Instituto Nacional Electoral y el Colegio de México presentaron el Informe País sobre la Calidad de la Ciudadanía en México. Ahí se da a conocer el nivel de confianza en instituciones y organizaciones políticas y sociales.

Las instituciones mejor evaluadas en ese momento fueron el Ejército con 62 por ciento; los maestros con el 56 por ciento; las Iglesias con el 55 por ciento; mientras que el gobierno federal no llegó ni a la mitad de preferencias al registrar 36 por ciento y los gobiernos estatales sólo el 30 por ciento.

Dos años más tarde en 2016 Parametría realizó un estudio en el que las autoridades tampoco obtienen porcentajes favorables. Solamente el 33 por ciento de los encuestados dijeron tener mucha o algo de confianza en sus gobiernos estatales y 31 por ciento afirmó tener mucha o algo de confianza en sus gobiernos municipales.

A los partidos políticos no les va bien. Solamente el 13 por ciento de los encuestados dijo tener mucho o algo de confianza y 86 por ciento poca o nada de confianza.

Ahí se advierte el distanciamiento de la gente con su autoridad y la necesidad de revertir esa tendencia.

Ahora vendrá la parte del cumplimiento y ahí es donde entra la responsabilidad del equipo.

Cuando se escucha a la gente se avanza, pero se gana cuando se atiende y cuando se resuelve. Es un círculo virtuoso. Estaremos atentos en la construcción de este nuevo paradigma en el ejercicio público, en donde será importante escuchar a los que son afines, pero más a los que no lo son tanto.

@periodistamex