La normalización de las pérdidas
Communitas
“Lo que hemos visto en todo el mundo es que los ciudadanos se sienten muy confundidos si reciben mensajes diferentes desde distintas partes del sistema, por lo que tenemos que alinear el mensaje y asegurarnos de trabajar conjuntamente, para que nuestros ciudadanos reciban la mejor información para protegerse y proteger a sus seres queridos y sus comunidades”.
Michael Ryan, director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS, advirtió hace unos cuando la pandemia por Covid-19 aún no alcanzaba la llamada “tercera ola” y no teníamos las cifras que actualmente se registran.
En el caso de México, ocurrió lo que se había vaticinado desde hace un mes cuando se incrementó la movilidad de las personas y se flexibilizaron las medidas restrictivas para las actividades comerciales. Expertos en el ámbito de la salud pública advirtieron que podía ocurrir una tercera ola de contagios por coronavirus.
Desde el inicio de la pandemia -que declaró la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 11 de marzo de 2020-, el pasado sábado 10 de abril se consideró el peor día en México, cuando se reportaron 2 mil 192 muertes. Ahora indican que esas muertes eran casos no reportados en 2020.
En diciembre pasado empezaron a reactivarse las plazas comerciales, los centros vacacionales, y a partir de enero ya hubo mayor actividad. Ello trajo consecuencias en el comportamiento de los contagios por Covid-19 y desde enero empezaron a reportarse números superiores a mil 500 fallecimientos por día, y este sábado se alcanzó la peor cifra en 24 horas. En total han muerto más de 209 mil personas y hay más de 2 millones de casos confirmados.
¿Cómo llegamos a este punto? Suma de diferentes factores. Uno de ellos, estratégico, es la comunicación de las autoridades de los mensajes relacionados con la pandemia. Más allá de las contradicciones, inconsistencias y elementos confusos generados como: “no es necesario usar el cubrebocas” o “la pandemia está domada”, el bombo y platillo para informar la vacunación -cuyo ritmo no ha sido el esperado- generó la percepción de que lo peor ya pasó. Falso.
Ya normalizamos la tragedia y nos acostumbramos a recibir noticias de familiares, amigos, conocidos que han perdido la batalla contra el Covid-19, así como ocurrió con la información de las masacres y matanzas por la “guerra contra el narcotráfico”, ahora las muertes por Covid-19 se ven como parte de lo que tarde o temprano ocurrirá y eso, de ninguna manera, debería ser lo “normal”.
PERCEPCIÓN
Esta semana iniciará el análisis en comisiones de la ley para la protección de periodistas en el Estado de México, habrá que observar hasta dónde quieren llevar el impacto de esa iniciativa y si efectivamente logra su propósito.
ASME