La palabra del presidente
El presidente Andrés Manuel López Obrador, desde antes de tomar posesión del cargo, anunció que el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, que el expresidente Enrique Peña Nieto impulsó para construirse en Texcoco, no sería apoyado por su administración.
En cambio, sostuvo que el militar de Santa Lucía, en Tecámac, sería el nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y hasta le puso nombre desde entonces. Decidió que se llamaría “Felipe Ángeles”.
Ya en la presidencia se comprometió a entregar la obra en 2022, año que en 2018 se veía lejano, pero que ahora ya lo tenemos encima. A fines del año pasado realizó una visita de supervisión acompañado por el gobernador Alfredo Del Mazo y ahí decidió que estaría listo para marzo del presente año.
Es decir, estamos a menos de tres meses de que cumpla su palabra. Los militares encargados de la obra han tenido que trabajar, literalmente, día y noche para entregar el proyecto en el tiempo estipulado por el mandatario nacional. Va su palabra de por medio y la Sedena la hará respetar.
Es muy posible que la obra esté terminada en los plazos establecidos por el tabasqueño, pero lo que se mira cuesta arriba, desde ahora, es la terminación de las obras auxiliares, entre las que se contemplan la construcción de vialidades modernas y los espacios para conectar al Tren Interurbano Suburbano y al Mexibús, así como la red de transporte que todavía es una quimera.
Entre esos planes hay 14 obras repartidas entre la Sedena, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, así como los gobiernos de la Ciudad de México y del Estado de México.
La ampliación del Tren Suburbano es una de las más importantes de todas, indica la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, debido a que reducirá el tiempo de traslado a 45 minutos y podrá movilizar hasta 90,000 personas al día, pero todavía es un proyecto.
Está parada la interconexión vial del tramo caseta Tultepec-Santa Lucía del Circuito Exterior Mexiquense, porque a los vecinos de ese municipio nos les gustó que hayan partido su territorio en dos, afectando a más de 10 mil personas.
La ampliación de la Línea 1 del Mexibus de Ciudad Azteca hasta Ojo de Agua tampoco está concluido, así como el eje troncal de acceso al AIFA.
Tampoco está terminada la conexión de Periférico oriente con las autopistas Peñón-Texcoco y Naucalpan-Ecatepec.
No se terminó la ampliación de la línea 4 del Metrobús, de San Lázaro al Felipe Ángeles. La modernización de la autopista México-Pachuca también está pendiente.
Estas son algunas de las obras que están inconclusas y que se antoja muy complicado que las terminen en 90 días. Si a todo esto le agregamos las de remozamiento y embellecimiento de las cabeceras de los 11 municipios aledaños, entonces si tenemos un gran problema.
¿Cómo le harán para solventar todo esto? Es difícil decirlo, pero AMLO empeñó su palabra y seguramente la concluirá.
Con tal de que no sucedan problemas, como los que estamos viviendo con la Línea 12 del Metro, que a poco más de seis años de haber sido entregada le están saliendo los defectos, todo está bien.
ASME