Laguna de Xico, esperanza de una nueva fuente de abasto de agua

Laguna de Xico, esperanza de una nueva fuente de abasto de agua. El calentamiento global, las sequías, el crecimiento de la mancha urbana y la contaminación han puesto en riesgo este refugio natural de flora y fauna en las últimas cuatro décadas.

Laguna de Xico, esperanza de una nueva fuente de abasto de agua

Pese a ello, La Laguna Tláhuac-Xico se negó a desaparecer y, aún con sus tonos verdosos, esta zona lacustre conserva parte de su riqueza natural. 

El Decreto emitido por el Ejecutivo Federal que convierte a la Laguna Tláhuac-Xico en Área Natural Protegida busca fortalecer y recuperar los servicios ambientales de esta zona lacustre que incluyen, entre otros, la preservación de más de mil especies de flora y fauna, la regulación de agua de lluvia para evitar inundaciones y, al mismo tiempo, la captación de agua para riego y, en un mediano plazo, para uso humano.

Esta zona lacustre, ubicada en la frontera del Estado de México y la capital del país, permaneció en el abandono, por lo que llegó a convertirse en depósito de cascajo y otros desechos.

El pasado 8 de enero se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto del Poder Ejecutivo federal por el que se declara área natural protegida, el sitio que abarca una parte de la alcaldía Tláhuac y otra del municipio de Valle de Chalco Solidaridad.

Con esta disposición el ecosistema, de tres mil 545 hectáreas, así como su biodiversidad ahora están bajo resguardo de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas.

“Sin duda beneficia a toda la región para que ya no se avance con la urbanización ni con la contaminación y permite homologar tanto en el Estado de México, el Área Natural Protegida que ya existía, con el Suelo de Conservación de la Ciudad de México y en un futuro, cuando las leyes se reformen se pueda obtener agua potable para las regiones cercanas”, consideró Jacobo Espinoza Hilario, ambientalista y responsable de la Comisión de Cuenca de Los Ríos Amecameca y de la Compañía AC.

De acuerdo con los estudios que dieron sustento al decreto presidencial, en el lago Tláhuac-Xico coexisten mil 069 especies nativas de flora y fauna, de las cuales 169 son endémicas de México, 50 son catalogadas en riesgo y 26 son consideradas como especies prioritarias para su conservación.

Algunas de las especies de fauna que habitan en esta área que están sujetas a protección especial son: mariposa monarca, rana de Moctezuma, aguililla rojinegra y halcón peregrino; entre las especies amenazadas se encuentran: culebra de agua de panza negra, cincuate, playerito occidental y picopando canelo; además del pez mexcalpique y el ajolote de Xochimilco considerados en peligro de extinción.

Esperanza azul

Por otro lado, la escasez de agua que se ha agudizado durante los últimos años en el país ha obligado a las autoridades federales, estatales y municipales a buscar nuevas fuentes de abastecimiento sustentable. 

Es el caso de los humedales, este decreto forma parte de un plan en el que participan los gobiernos federal, mexiquense y capitalino para que esta zona lacustre también se convierta, a largo plazo, en una fuente de abastecimiento de agua para la población.

“Ya se echó andar el proyecto, son acciones supervisadas con la ONU donde estamos invirtiendo, si no mal recuerdo, alrededor de 400 millones junto con el gobierno de la ciudad ahí con estos humedales en Valle de Xico, en Tláhuac, en Chalco, vamos a recuperar alrededor de dos metros cúbicos por segundo, obvio es un proceso lento porque es terminar de hacer los humedales, captar el agua y después ir a la potabilización”, confirmó Horacio Duarte olivares, secretario general de Gobierno del Estado de México.

En la zona oriente del Valle de México, la protestas por la falta de agua y la demanda del vital elemento cada vez son más frecuentes, lo cual ha encendido los focos rojos entre las autoridades locales encargadas de la distribución y suministro a los hogares, por lo que el proyecto representa una esperanza para mitigar y revertir la situación.

 “Será para muchísimas generaciones porque ya se ordeñó bastante el acuífero de Valle de Bravo, el de Lerma, Villa Victoria, ya todas las cuencas que hay, están secas, entonces se tienen que buscar nuevas alternativas y una de las principales que se tienen son las lagunas Tláhuac-Xico”, consideró el presidente municipal de Valle de Chalco, Armando García Méndez.

Más allá del agua

El lago Tláhuac-Xico además proporciona otros servicios ambientales de gran impacto para la región, entre ellos destacan: la recarga de acuíferos, de los cuales dependen cerca de 2 millones de habitantes de las alcaldías Tláhuac y Milpa Alta, de la Ciudad de México y 10 municipios del Estado de México como Valle de Chalco, Chalco, Cocotitlán e Ixtapaluca, entre otros. 

También proporciona sustentabilidad agrícola, pues aquí prevalecen, desde hace más de cuatro siglos las chinampas, uno de los sistemas de producción agrícola más exitosos en el mundo, cuya tecnología ancestral brinda seguridad alimentaria a la ciudad de México. 

Y la regulación y control de agua de lluvia, por lo que al ser saneada podría almacenar mayores volúmenes de agua pluvial, conteniéndolos y evitando inundaciones en las colonias aledañas, tanto de la alcaldía Tláhuac, como del municipio de Valle de Chalco.

“Se van a hacer canales, hay un colector que casi no se usa porque la laguna no tiene salida, pero hay un colector que va desde la carretera Chalco-Tláhuac hasta Ixtapaluca a donde están las lumbreras que son las aguas negras que se llevan hasta Hidalgo, todo eso ya se va a utilizar, ya se están buscando las conexiones para que todo el drenaje del municipio se vaya ahí y no hacia las lagunas”, reveló el alcalde García Méndez.

Estipulaciones

El Decreto que protege a esta zona lacustre estipula que sólo pueden llevarse a cabo trabajos de conservación del ecosistema, investigación y colecta científicas, monitoreo del ambiente, turismo de bajo impacto, agricultura, ganadería, pesca y acuacultura; restauración de ecosistemas y repoblación de vida silvestre, erradicación o control de especies exóticas e invasoras, y construcción de infraestructura pública o privada.

Y prohíbe: Arrojar o descargar cualquier tipo de desechos orgánicos, residuos sólidos o líquidos o cualquier otro tipo de contaminante al suelo o cuerpos de agua, rellenar, desecar o modificar los cauces naturales permanentes e intermitentes de los cuerpos de agua; construir confinamientos para residuos sólidos o sustancias peligrosas; introducir ejemplares o poblaciones exóticas o invasoras de la vida silvestre; introducir organismos genéticamente modificados, salvo con fines de biorremediación; acosar, molestar o dañar de cualquier forma a las especies de vida silvestre.

Así como alterar o destruir por cualquier medio o acción los sitios de alimentación, anidación, refugio o reproducción de la vida silvestre; realizar obras y trabajos de exploración y explotación de los minerales o sustancias, a que se refiere la ley de minería; abrir bancos de material, extraer material pétreo o materiales para construcción y establecer áreas habitadas o urbanizadas.

Con ello, el plan de rescate de la laguna Tláhuac-Xico, también abre la posibilidad para que esta zona se convierta en un importante destino ecoturístico en la región.

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