Laguna de Xico muere abandonada

Cada año se reduce por la urbanización y porque se ha convertido en tiradero de cascajo, advierte dirigente social

La Laguna de Xico se extiende a lo largo de mil 500 hectáreas y comparte límites con la Ciudad de México y los municipios de Chalco y Valle de Chalco.

Cada año se reduce por la urbanización y porque se ha convertido en tiradero de cascajo y nadie sabe quién extendió los permisos para ello.

Desde 2004, el sistema de lagunas se encuentra catalogado como Área Natural Protegida bajo la categoría de parque estatal. Sin embargo, camiones tortón acuden regularmente al sitio para arrojar desechos de construcción sobre el agua, una acción que puede observarse, incluso, desde la carretera Tláhuac-Chalco.

Alejandro Tapia González, dirigente social de Valle de Chalco, aseguró que el uso de estos espacios naturales como vertederos de desechos es un tema histórico.

La Procuraduría del Medio Ambiente ha clausurado vertederos clandestinos en torno a la laguna, pero los camioneros se las ingenian para seguir haciéndolo en otros puntos.

Aunado a este problema, la desecación natural del sitio es cada vez más grave, porque la temporada de calores y la falta de lluvias se presenta con mayor intensidad cada año.

El biólogo de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Jesús Villanueva Manzo, especialista en el tratamiento de microcuencas, consideró que la desecación de la laguna no sólo es por la falta de lluvias, sino que es resultado de la sobreexplotación de los mantos acuíferos, ya que la población de los alrededores se ha incrementado.

Comentó que por estudios o elaboración de programas no se ha parado; en alguna ocasión se invirtieron más de 400 millones de pesos en su rescate, por lo que ahora se requiere poner en marcha un plan integral con la recuperación de las cuencas hidrográficas, que ya ha planteado en otras ocasiones, pero no ha habido eco de las autoridades.

Desde 2010, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) se comprometió a empezar una serie de obras de infraestructura para garantizar el abasto en Iztapalapa, entre ellas la construcción de presas y el rescate de los embalses de Xico.

En la actual administración, el Gobierno de la Ciudad de México incluyó un proyecto similar como parte de sus planes para tener fuentes alternas de abastecimiento de agua, pero aún no se ha presentado.

Laguna de Xico

En mayo del presente año, la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, dijo que se trabaja en un proyecto para la recuperación de la Laguna de Xico, de la que uno de sus 4 cuerpos de agua se ha secado de manera total y el resto se encuentran a 50 por ciento de su capacidad.

Al señalar que la problemática que se vive en la zona es resultado de la sequía que afectó al país en general y a la ciudad en particular, dijo que en dicho rescate se trabaja de manera conjunta con el gobierno del Estado de México y la Conagua e incluye también trabajos en la presa Madín.

Una de las acciones que se implementarán en la zona es la creación de un humedal, que permita no solamente el saneamiento de la laguna, sino también la reactivación económica de dicha área, comentó.

La laguna se forma como consecuencia de los hundimientos de la zona y es muy importante en términos de biodiversidad por la presencia de aves migratorias, explicó.

“El objetivo es sanearla y recuperarla e inclusive ver si se puede utilizar el agua, reconociendo que una parte, por supuesto, es una zona agrícola de Tláhuac y el Estado de México”, expresó la jefa de gobierno de la CDMX.

¿Qué dicen los pobladores?

Habitantes de Valle de Chalco y Chalco en el Estado de México, así como la comunidad de Mixquic en la alcaldía Tláhuac de la Ciudad de México, saben que se han anunciado proyectos para recuperar los embalses, incluso para consumo humano, pero ninguno se ha concretado, a pesar de la escasez de agua en la zona.

Consideraron que la desecación pone en riesgo los humedales de la zona, que enfrenta, además, la invasión de asentamientos irregulares y los tiraderos de cascajo clandestinos. 

“Era un santuario de aves migratorias, sobre todo de patos canadienses, que ahora no tienen dónde llegar. Ojalá las autoridades volteen a ver este problema”.

Proyecto hídrico quedó trunco

La administración que inició el extinto alcalde Francisco Tenorio Contreras, asesinado en el 2019, tenía un proyecto de rescate hídrico, como lo informó Alejandro Tapia González, el cual buscaba proteger a las poblaciones de la cuenca baja del riesgo de inundaciones, y la vez proveer aguas pluviales potabilizadas en sustitución de la sobreexplotación de los acuíferos.

El Lago Tláhuac-Xico, con una extensión actual de 568 hectáreas, originalmente fue el Lago Chalco, uno de los 5 que se unían en temporada de lluvias para formar el gran lago, cuya silueta parecía ser reflejada en la luna. 

A principios del siglo XX, este lago de aguas dulces fue drenado por el hacendado español Iñigo Noriega, bajo un acuerdo con el entonces presidente Porfirio Díaz, quien le otorgó las tierras del lecho lacustre que lograra desecar.

Los pueblos ribereños así despojados de su modo de vida lacustre recuperaron las tierras del lecho gracias al reparto agrario posterior a la Revolución Mexicana, formando parte de los actuales ejidos de Tláhuac, Mixquic, Tlaltenco, Tetelco, Tecomitl, San Juan Ixtayopan y Tulyehualco.

Laguna de Xico

En 1985, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) reubicó los pozos profundos del centro de la ciudad, creando 7 nuevas baterías de pozos en el sur y norte de la Cuenca (“Programa de Acción Inmediata”). Una de ellas fue la batería de 14 pozos llamada “Santa Catarina-Mixquic”, ubicados en el Ejido de Tláhuac.

Debido al grosor de sus arcillas comprimibles (300 metros), casi inmediatamente esta batería causó las más dramáticas tasas de hundimiento que se habían visto en el Valle de México: de hasta 40 cm/año, en contraste con 13 metros de hundimiento en un siglo en el Zócalo.

Pronto, empezó a aparecer un “nuevo” lago, compuesto por aguas pluviales que se acumulaban por ambos lados de la línea de pozos, dejando bajo el agua las tierras agrícolas ejidales de Tláhuac, primero y luego Tecómitl, Ixtayopan y Tulyehualco.

Con su forma actual, el lago tiene la capacidad de almacenar unos 9 mm3 de agua, antes de empezar a invadir las zonas urbanas de Tláhuac y Valle de Chalco. 

La Subcuenca Río La Compañía recibiría otros 3.7 mm3, los cuales drenarían también al Lago (dado que su punto más hondo se encuentra 5 metros arriba del lago), excepto por lo que se podría enviar al Túnel La Compañía, con 100 mil metros cúbicos de capacidad, y expulsar vía bombeo. 

Las consecuencias de una lluvia con estas dimensiones bajo las condiciones actuales serían catastróficas.

Frente a estos retos, el Proyecto Lago Tláhuac-Xico propone “dar lugar al agua”, logrando que el vaso del lago tenga un volumen de 34.2 mm3 y una profundidad de 6.5 m. 

La superficie del lago siempre estará entre 1 a 5 metros por debajo del nivel de las colonias en Valle de Chalco y Tláhuac, circunstancia necesaria ante el evidente fenómeno de hundimiento que actualmente presenta el asentamiento urbano.

La provisión de agua pluvial potabilizada representará una de las únicas fuentes sustentables de agua en la Cuenca de México: dado que será renovada anualmente, y no requerirá ni del alto costo del bombeo, ni de la sobreexplotación de acuíferos, ni de la importación de agua de otras cuencas. 

La sustitución de aguas subterráneas con pluviales permitirá disminuir los hundimientos y grietas que actualmente ponen en riesgo el patrimonio, y hasta las vidas de los habitantes de Valle de Chalco y Tláhuac.

La habilitación del Lago implicará primordialmente su saneamiento. En primer lugar, se tendrán que reparar los bordos del Canal General al sur de la carretera.

Esto a su vez, requerirá la construcción de lagunas de infiltración en Tenango del Aire y Huitzilzingo (Chalco), para evitar la sistemática inundación de las tierras ejidales al sur de la carretera con picos de lluvia contaminadas provenientes del Río Amecameca.

En segundo lugar, se requiere instalar colectores para recibir las aguas residuales que actualmente se descargan en el lago desde Tláhuac, y canalizarlas hacia las plantas de tratamiento subutilizadas en la zona. 

En tercer lugar, se tendrá que reubicar la colonia irregular Ampliación San Miguel, la cual pronto será absorbida por el lago, y encontrar otra alternativa para las actividades ganaderas del área.

El proyecto tendría el beneficio adicional de proteger a los habitantes de Valle de Chalco, Estado de México, y Tláhuac, Ciudad de México, de inundaciones que podrían resultar de eventos extraordinarios, o por la ruptura del Canal General, el cual actualmente sirve como un “dique” de retención para el lago, cuyo nivel se encuentra 1.5 metros arriba de la zona urbana de Valle de Chalco. 

Los volúmenes de agua potable generados permitirían no solo enfrentar la escasez del líquido en la zona, sino que haría posible disminuir la sobreexplotación de sus acuíferos, fuente de los procesos de hundimiento y grietas que ponen en riesgo la futura viabilidad de la zona.

Relax, una opción de rescate

Otro proyecto denominado Rescate a la Laguna de Xico (Relax) contempla 4 aspectos de infraestructura que impactan directamente en beneficio de la sociedad en municipios del Estado de México y la Ciudad de México.

Las localidades son Valle de Chalco, Chalco, Ixtapaluca, Ayapango, Amecameca, Juchitepec, Tenango del Aire, Temamatla, Cocotitlán; las alcaldías de Tláhuac, Iztapalapa y Milpa Alta, refiriendo a 2.5 millones de habitantes por los beneficios de esta zona a Iztapalapa, Chimalhuacán, Nezahualcóyotl y Los Reyes la Paz. 

Laguna de Xico

Con la materialización de este proyecto se generarán empleos directos y reactivación de la economía local interna.

El objetivo es crear un espacio para la cultura y tradiciones de nuestro pueblo, además de promover de manera eficaz el 

Se establece una importante reserva ecológica con la creación de un bosque en el área aledaña, la oportunidad de tener una universidad con áreas de investigación e impulsa una alternativa para el turismo. 

Lamentablemente, ninguna autoridad ha querido entrar de lleno al rescate de estos recursos acuíferos por representar millones de pesos de inversión, y con el tema actual de la pandemia, invertir en el tema de salud ha sido una prioridad indiscutible.

SPM