Maura Tereso Martínez, mantiene las tradiciones artesanales con innovación y enseñanza

Maura Tereso Martínez es una artesana de la palma, originaria de San Cristóbal Huichochitlán, quien busca mantener su tradición con base en la transmisión del conocimiento y la innovación con piezas únicas que van desde los tradicionales sombreros hasta adornos para el hogar y joyería.

La maestra mantiene una tradición de 3 generaciones, donde la curiosidad la hizo comenzar a aprender la artesanía de forma autodidacta.

“Yo comencé a dedicarme a esto de la palma porque mis abuelitos y mis papás se dedicaban a tejer, entonces por ahí yo fui aprendiendo y empecé a tejer desde que tenia 8 años de edad, yo veía a mi mamá y mi abuelita, me llamaba la atención y me iba a arrancar hiervas y me imaginaba que era palma; entonces empecé haciendo una cinta dándome una idea”, dijo la maestra.

Maura Tereso Martínez, mantiene las tradiciones artesanales

Sin embargo, la innovación llegó de forma casi instintiva; pues su creatividad la impulsó a intentar llevar la palma nuevos “terrenos” obteniendo resultados vistosos y admiran la vista desde la primera impresión.

“De repente tengo la imaginación de que no solo con sombreros podemos tejer la palma y eso me va llevando a hacer otras piezas, he hecho hasta nacimientos de palma y es algo muy grandioso para mi porque me nace y mi imaginación no me deja hasta que lo logro hacer”, dijo Tereso.

La labor no es sencilla, le dedica horas; a veces hasta días, motivada por la pasión de ser artesana. Explica que no sólo el tamaño de la pieza tiene que ver con su complejidad, sino también los colores y las formas.

TE SUGERIMOS: La Fiesta de la Música invade Toluca para impulsar el talento mexiquense

“Para una miniatura nos lleva mucho trabajo, ahí tenemos que enfocar todo el tiempo y ahí dejamos el amor que tenemos a nuestro trabajo, nada es fácil, pero es ese amor que me hace hacer todo lo posible; por ejemplo, hay figuritas en miniaturas que, por una pieza, me llevo 5 o 6 horas.

La innovación llegó de forma casi instintiva

Los sombreros planos son los menos gastados, como unas dos horas por pieza, pero sí son con figuras ahí también le dedico unas 5 horas porque tengo que ir cuidado que salga bien la figura. Ahorita estoy haciendo un trabajo por encargo que me está llevando 3 días”, mencionó.

La maestra también realiza talleres por invitación o en espacios donde le brindan la oportunidad de compartir el conocimiento, pues considera que es así como se ayuda a mantener tradición y se revaloriza.

“Yo brindo talleres y lo que me interesa es que no se pierda esta tradición, que los niños y los jóvenes le tomen la importancia, que es algo muy bonito y yo les pediría a los padres de familia que sus hijos los lleven acabo, es una tradición de nuestros antepasados y eso también te hace valorarlo para que no vengan personas de otros países a invadir lo que nosotros hacemos”, concluyó.

SPM