Medina, una atleta sin límites por el sueño olímpico 2028

A menos de 100 días de los Juegos Olímpicos de París 2024, lo que para algunos atletas representa la cúspide de años de preparación, para los jóvenes significa el inicio de un sueño, tal es el caso de María Fernanda Medina Aramburo, quien trabaja, se esfuerza y se visibiliza llegando al podio en Los Ángeles 2028 aún sin tener el apoyo de ninguna entidad.

Medina, una atleta sin límites por el sueño olímpico 2028

Fernanda es originaria de Tijuana, Baja California, aunque su fase como atleta universitaria la desarrolló en el Estado de México, consolidándose como una de las mejores dentro de las pruebas de 5,000 y 1,500 metros planos. 

El tiempo es relativo para Medina, su proceso se cuenta en cada gota de sudor producto de su esfuerzo, para otros puede ser rápido toda vez que comenzó a los 15 años en las carreras recreativas.

Originaria de Tijuana y campeona mexiquense

“Realmente en el deporte comencé en la adolescencia, en la niñez todo se basaba en el juego con los vecinos. Hasta los 15 años comencé a involucrarme en los deportes, en la secundaria practicaba voleibol y básquetbol, mis papás me metieron a gimnasia, pero todo era juego”.

El atletismo llegó por casualidad, lo que ahora entiende como destino, cuando en la preparatoria, luego de un reto por parte de un profesor, fue invitada al equipo de la institución.

“Fue una casualidad de la vida, empecé en el running por mi papá, pero hasta que entré a la prepa conozco a un entrenador que se llama Orlando Barrera, del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos de Baja California y él me puso a correr de portería a portería y me invitó a un equipo de atletismo.

“Resulta que entro al equipo y yo corría con tenis de futbol, lamentablemente nunca había visto los Juegos Olímpicos, pues mi conocimiento del deporte se basaba mucho en los más populares. Empecé a ir a las carreras de ruta y comencé a mejorar muy rápido, incluso le ganaba a las chicas que ya estaban en atletismo”, recordó.

Inició en pruebas de 800 y 1,500 metros, destacando a nivel escolar, lo que provocó que su entrenador la mandara al Centro de Alto Rendimiento de Tijuana, para que pudiera desarrollar el potencial que notaba en ella.

“Puedo decir que ahí es cuando comienza mi proceso en el atletismo en forma, a los 16-17 años. Sentí muy bonito, cómo valoraban el esfuerzo que estaba poniendo y una parte de mi se comparaba con las chicas y chicos que llevaban más tiempo que yo y les estaba ganando, me la creí y pensé que sí podía lograr algo en esto.

Nunca había sentido esas ganas de seguir en el deporte y creo que es algo muy bonito del atletismo, siempre compites contra ti mismo, es un reto constante y te demuestras que puedes lograr más”, comentó.

Las expectativas sobre Fernanda no eran equivocadas, pues logró quedarse dentro del equipo estatal para comenzar una nueva aventura en la que pasó por un proceso de adaptación por un año.

“Hice mis pruebas físicas y me mandaron con el entrenador Salinas y él es el que me inició en el proceso de la Olimpiada Nacional, que ahora son Juegos Conade.

“Me costó adaptarme, mi primera representación nacional fue en 2017, pasó un año para que pudiera clasificar y no gané mi medalla. Eso me ayudó a darme cuenta de que necesitaba dar más, en 2018 no participé porque me vine al Estado de México para aplicar a la universidad, pero en 2019, en mi segundo intento, logré ser campeona nacional en la prueba de 1,500 m planos y subcampeona en los 5,000 m”.

La atleta compartió que inició su carrera a los 15 años.

Ya ubicada en el Estado de México con la intención de no solo desarrollarse como atleta sino también como fisioterapeuta fue que culminó su proceso juvenil. A pesar de la incertidumbre que siempre generan los cambios en la vida, la mentalidad de Aramburo provocó que viera su estancia en territorio mexiquense como una oportunidad.

“Para 2019 ya tenía 6 meses viviendo en el Estado de México, cambié de entrenador, empecé con Daniel Valdez, que es originario de Baja California, pero que se encontraba aquí en el estado, él me termina de preparar para esos Juegos Nacionales.

“El cambio me generó incertidumbre, pero también creo que estos son buenos y cuando llego aquí se me abrió el panorama, me encontré con atletas que resultaba que eran centroamericanos, panamericanos, hasta olímpicos y aunque deportivamente no era nadie supe que quería serlo”, mencionó.

Fue entonces que apostó por la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), a pesar de que después de su campeonato nacional llegarán ofertas de otras instituciones; sin embargo, la bajacaliforniana siempre ha tenido metas claras por lo que decidió quedarse en la entidad pensando también en su desarrollo profesional.

“Desde que iba a aplicar a la universidad yo sabía de las becas deportivas, en 2019 que salí campeona nacional me hablaron varias universidades, pero a mí también me importaba la parte académica y aunque me ofrecían becas muy tentadoras eran carreras en línea, eso no me interesaba.

La deportista no cuenta con ningún apoyo ni de su estado natal ni por parte del Estado de México

“Fue una moneda al aire porque le dije que no a esas universidades y tuve que luchar por la Universidad Autónoma del Estado de México porque tiene buen prestigio en mi carrera y el estado tiene muy buenas condiciones para mi entrenamiento, así que me arriesgue y gracias a Dios quedé en los selectivos a la primera”, comentó.

El talento y preparación “saltó” a la luz a nivel universitario; sin embargo, la pandemia hizo de las suyas para alejarla de las competencias los primeros dos años, ella aprovechó en tiempo para buscar mejorar y bien dicen que no hay tiempo que no se cumpla, pues a su regreso, se consolidó como la mejor atleta universitaria en sus pruebas.

“Empecé mi proceso clasificatorio en 2020, gané los estatales, empiezo a darme a conocer y lamentablemente se viene la pandemia, me quitó dos años de Universidad, pero también fueron dos años en los que yo me seguí preparando y cambié mi mentalidad para buscar una medalla. En cuanto terminó la pandemia y comenzó el proceso, en 2022 ganó medalla de oro y plata en Chihuahua y en 2023, mi último año, logró 2 medallas de oro”, señaló.

Durante este lapso en Mérida, se llevó a cabo una competencia internacional que podría definirse como los Juegos Panamericanos Universitarios, mismos que ganó y donde fortaleció ese sueño de llegar a representar a México en competencias élite.

Actualmente Fernanda tiene sus metas claras, pues a pesar de no contar con el apoyo de ninguna entidad, busca la manera de comenzar el ciclo olímpico rumbo a Los Ángeles.

“Lamentablemente el estado de Baja California es mi estado y estoy encadenada con él, pero después de ser una atleta juvenil me dejaron de apoyar, el año pasado tuve el gusto de ser subcampeona nacional en primera fuerza y pensé que, por tener el logro, por representarlos, iba a ser acreedora a un apoyo, ya que pertenezco a la asociación, pero no fue así.

Ni soy de allá ni soy de acá, porque, aunque estoy en el Estado de México no soy de aquí, y sinceramente tampoco me he acercado, no recibo ningún apoyo”, expresó.

Tras graduarse como fisioterapeuta busca aprovechar el momento para enfocarse en el sueño olímpico, para el que tiene la intención de quedarse en el Estado de México.

“Voy a dedicarme a mi carrera deportiva, evidentemente no puedo solo dedicarme a eso porque se necesita el recurso para mantenerla, voy a buscar la manera de encontrar un trabajo flexible y vamos a aprovechar este momento y sacrificarnos más para lograr ese sueño.

“Mi intención es llevar mi preparación aquí en el Estado de México, al menos unos 5 añitos más, porque sé que este es el adecuado para entrenar mi disciplina y ahora estamos formando un equipo multidisciplinario para iniciar el siguiente ciclo olímpico lo mejor posible”, apuntó.

La pasión de Fernanda la ha llevado a no ponerse límites, visualizando constantemente ese momento en que recibe una medalla internacional para México, lo que le provoca un sentimiento que la impulsa a dar más de sí misma.

“Esto es pasión, creo que cuando te gusta algo eso se vuelve el pilar del por qué haces las cosas. Yo me veo con el uniforme de selección nacional, levantando la bandera de México en un podio, feliz, alegre, bien arregladita, como me encanta, pero sobre todo eso, en lo más alto de un podio porque sé que este ciclo se viene con todo, vamos a darle y estoy muy emocionada porque sé que puedo”, finalizó.