Medios de Comunicación

La investigación de los medios de Comunicación, data de 1927. En el libro de Harold D. Lasswell, Técnicas de propaganda en la Guerra Mundial, que utiliza la experiencia de la Primera Guerra Mundial, dice que los medios de difusión han aparecido como instrumentos indispensables para la gestión gubernamental de las opiniones, tanto de las poblaciones aliadas, como las de sus enemigos, y que han avanzado las técnicas de comunicación, desde el telégrafo, el teléfono, al cine, pasando por la radiocomunicación.

Que propaganda y democracia, van de la mano. La primera constituye el único medio de suscitar la adhesión de las masas; además es más económica que la violencia, la corrupción u otras técnicas de gobierno de esta índole. Es un simple instrumento, y no es más o menos moral que la llave de una bomba de agua. Y que este instrumento puede ser utilizada para fines buenos o malos. Es la omnipotencia de los medios de comunicación, considerados como instrumentos de circulación de los símbolos eficaces. La idea es que la derrota de los ejércitos alemanes, tiene una deuda considerable con el trabajo de propaganda de los aliados.

La audiencia es un blanco amorfo que obedece ciegamente al esquema estímulo-respuesta. Lasswell lo denomina la aguja hipodérmica, para denominar el impacto directo e indiferenciado sobre los individuos atomizados. Choca con las teorías psicológicas de la psicología de las masas, el conductismo y o el condicionamiento de Pavlov.

Al acercarse el segundo conflicto mundial, numerosas obras contribuyen a alimentar la idea de la omnipotencia de los medios de comunicación y de la propaganda. La violación de las masas por la propaganda política, 1939, dedicada a Wells, constituye un resumen del estado de los conocimientos sobre la materia. 

¿Quién dice qué, por qué canal a quien y con qué efecto? Laswell dota en 1948 de un marco conceptual a la sociología funcionalista de los medios de comunicación. Traducido en sectores de investigación, da respectivamente: análisis de control, análisis de contenido, análisis de los medios de comunicación o soportes, análisis de la audiencia y análisis de los efectos. 

A mí me llama la atención el análisis de contenido que aporta al investigador elementos susceptibles de orientar su aproximación al público, ya que aspira a la descripción objetiva, sistemática y cuantitativa del contenido manifiesto de las comunicaciones. La evaluación y observación de los efectos de los medios de comunicación en los receptores, la evaluación constante, con fines prácticos de los cambios que se operan en sus conocimientos, sus comportamientos, sus actitudes, sus emociones, sus opiniones y sus actos, están sometidas a la exigencia de resultados formulada por quienes las financian, preocupados por evaluar la eficacia de una campaña de información gubernamental, de una campaña de publicidad o de una operación de relaciones públicas de las empresas y, en el contexto de una guerra, de las acciones de propaganda de los ejércitos. 

Después de la primera guerra mundial y a petición de la valoración social en los años que precedieron a la Primera Guerra Mundial, se empezaron a desarrollar investigaciones sobre la influencia de los medios de comunicación en los niños y los jóvenes. En 1933 instituyendo una larga tradición de estudios sobre la cuestión de los medios de comunicación y la violencia, psicólogos, sociólogos y educadores eminentes se interrogaron sobre los efectos del cine en el conocimiento de las culturas extranjeras, las actitudes en relación con la violencia en el comportamiento delictivo. 

Según Lasswell, el proceso de comunicación cumple tres funciones principales en la sociedad: a) la vigilancia del entorno, revelando lo que podría amenazar o afectar al sistema de valores de una comunicad o las partes que la componen, B) la puesta en relación a los componentes de la sociedad para producir una respuesta al entorno; c) la transmisión de la herencia social. 

Pero Lazarsfeld añade una cuarta, el entretenimiento y complican el esquema distinguiendo la posibilidad de disfunciones latentes y manifiestas. Así un analizador de programas o máquina de los perfiles, era el encargado en registrar las reacciones del oyente en términos de gusto, disgusto o indiferencia. 

DB