El próximo 20 de enero el presidente electo Donald Trump inicia su segundo mandato al frente de los Estados Unidos de América, hazaña que muchos creían imposible, lo logró con una serie de promesas muy claras, para “volver a hacer América grande” entre ellas destacan las anunciadas, sobre cobrar a México y Canadá hasta 25% en aranceles, pese a que somos socios comerciales en el Tratado Trilateral de Libre Comercio que tenemos desde 1994 con sus revisiones y actualizaciones respectivas.
Trump ha declarado que emitirá órdenes presidenciales para catalogar a los “carteles de la droga” como terroristas, lo que en la legislación norteamericana, los coloca en un estatus muy específico, al nivel de Al Qaeda, ISIS (Islamic State of Iraq and Syria), Hezbolá, entre otros y con las consecuencias de políticas internacionales muy complejas que se pueden
tornar para México.
Pero sin lugar a duda, el tema más sensible para México, es la migración, no solo de mexicanos que quieren llegar a los Estados Unidos, sino los miles de venezolanos, centroamericanos, haitianos, etc., que se están quedando varados en la frontera Norte y Sur de México.
En nuestro país, los gobiernos de los estados fronterizos como Chihuahua, Coahuila y Baja California, Tamaulipas y Nuevo León, junto con organizaciones civiles y religiosas, han iniciado medidas para recibir la oleada migratoria que se prevé a partir del 20 de enero.
Hay que recordar que, desde su campaña, marcada por un tono antiinmigrante, el entonces candidato republicano Trump prometió llevar a cabo la mayor expulsión de migrantes ilegales de Estados Unidos, cuyo número asciende aproximadamente a 11 millones de personas.
Sobre el tema, hace unos días, la presidenta Claudia Sheinbaum reiteró que tiene un plan para la protección de connacionales que sean retornados al país, de concretarse el amago de Trump.
En Tamaulipas, el Gobernador Américo Villarreal Anaya, de extracción morenista, ha señalado que ya existen acuerdos para los sitios que se emplearán como albergues, en Ciudad Victoria se habilitaron las instalaciones del Centro de Atención y Protección a Niños, Niñas y Adolescentes, con la capacidad de 125 personas, que pueden ampliarse a 200.
Por su parte, los líderes de organizaciones no gubernamentales expresaron su temor de un colapso en los albergues, así como un incremento en el número de secuestros de migrantes por parte del crimen organizado.
Lo cierto es que los anuncios del Presidente Trump, muy pronto se materializarán y sin duda la migración, se transformará en un gran tema de “ayuda humanitaria” para todos esos miles de personas que están literalmente “estacionados” revisando la posibilidad de una “visa migratoria” en el país de Norte, que porque hemos visto en los Gobiernos Republicanos, se suma al discurso de “no más inmigrantes en los EE. UU.”
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MPH