Nearshoring y la sostenibilidad en México II

En esta ocasión seguimos con la segunda parte relacionada con el nearshoring, haciendo énfasis en la demanda de material natural, decíamos que la cantidad de empresas que pueden llegar bajo este fenómeno de relocalización traerá algunos beneficios, pero también riesgos que debemos ser capaces de identificar.

La empresas seguramente aumentaran la demanda de materia natural en la región donde se establezcan, algunos de estos materiales utilizados como materia prima, ejercerán mayor presión sobre el ambiente. Desde la aparición del sistema industrial de producción, la cantidad de recursos naturales utilizados ya superan la cantidad que la naturaleza puede regenerar, recordemos que uno de los conceptos mayormente utilizados, pero donde existe poco consenso respecto a su alcance, es el de sustentabilidad, que ha llegado a tener una utilización banalmente retórica del concepto (Naredo) cuando se refiere a “desarrollo sostenible”, término de moda en cualquier discurso de alguien que se precie de estar preocupado por el ambiente.

La sustentabilidad debe garantizar los stocks del patrimonio natural para garantizar el mismo nivel de bienestar de las generaciones futuras, por ello la cantidad renovable de estos, es lo que se puede aprovechar, una visión de la sustentabilidad plantea que cierta cantidad de ésta materia puede sustituírse por capital hecho por el hombre, sin embargo hay evidencias que indican que nada puede sustituír la calidad del aire o del agua que hay en la naturaleza.

La sostenibilidad también debe ser entendida como la capacidad de abastecerse de recursos naturales sin afectar el stock, pero tambien por su capacidad de deshacerse de los residuos que generan las unidades productivas o ciudades. La discusión acerca de los países desarrollados y los que están en vías de desarrollo, se conoce como el conflicto Norte-Sur, donde una de las principales características es que las externalidades por la producción en masa de bienes y servicios, se quedan o trasladan a los países del Sur (Subdesarrolldos), mientras que los beneficios por el aumento del comercio intraindustria y beneficios económicos de las unidades productivas se quedan en el Norte (Desarrollados).

Dentro de las externalidades se identifican la sobreexplotación del patrimonio natural y la excesiva contaminación por la incapacidad de deshacernos de los desechos de una forma adecuada en nuestros países, en todo este planteamiento el agua juega un papel fundamental, debido a la situación de escases y estrés hídrico que ya enfrenta México.

Estamos en una situación donde las normas ambientales no se verifican adecuadamente en su cumplimiento, no tenemos la infraestructura suficiente para que la distribución del agua se eficiente, ni la capacidad de dar tratamiento adecuado a nuestras aguas residuales, recordemos que sólo el 30% del agua producida anualmente pasa por algún proceso de saneamiento y no se sabe que parte de este porcentaje cumple con la NOM-001-SEMARNAT-2021, de ahí que debemos ser muy cuidadosos en determinar que tipo de empresas deben llegar, que procesos deben cumplir, y sobretodo, a que Estados o Municipios de nuestra Republica, pero tambiñen debe estar acompañado de un nuevo modelo de gestión que garantice que la palabra sostenible cobre sentido en los términos mencionados. Los recursos naturales como el agua no tienen un sistema de valoración monetario como los que estamos acostumbrados, ese ha sido el anhelo de muchos economistas, aún sin éxito, ¿Qué valor, como sociedad, podemos darle a un lago o a un bosque?

Cuando algo tan preciado como el patrimonio natural de México se ponga al alcance de las empresas que llegarán con el Nearshoring, se debe garantizar que los beneficios sean tan grandes que compensen lo invaluable, finalmente, lo que está en juego es la degradación ambiental que afecte nuestro bienestar y la de las próximas generaciones de mexicanos.

DB