Notas sobre los Premios Óscar 2024 (2 de 2)

Como lo prometí la semana pasada, vi Anatomía de una caída para, así, completar el circuito de películas nominadas. Me pareció sobresaliente el guion de Justine Triet y Arthur Harari, así como la actuación de Sandra Hüller, pero en general no rebasó a mi favorita, que sigue siendo Pobres criaturas. La mejor realización sin lugar a dudas para mí. 

Con respecto a las películas animadas, mi favorita hasta la semana pasada era Spider-Man: Cruzando el Multiverso, por la potente resolución de gráficos, además de ceñirse a la narrativa clásica de los cómics. Ganó, como sabemos, El chico y la garza, pero después de los premios Óscar, también me di tiempo para ver Robot dreams y definitivamente ya es mi favorita. La premisa es simplemente un manjar: la vida sigue a pesar de las pérdidas. Creo que va dirigida más al público adulto, porque tiene más noción de lo que significa perder a un ser querido, pero los niños también experimentan (aunque con menos recursos para confrontar la idea) el sentimiento de pérdida.

La zona de interés ganó como película internacional. Comprendí desde un inicio su premisa: el ocultamiento sutil del horror, el tedio de la vida cotidiana de una familia nazi y el lento desarrollo de la trama. Los realces dramáticos, de hecho, descansan en su trabajo de sonido (por ello ganó también un premio Óscar), dirigido a oídos finos. Sin duda, esta película sobresale por estos detalles, pero no va dirigida a un público ávido de trama rampante. Se torna muy lenta, tediosa (un desarrollo ex profeso), pero allí radica su éxito. 

Me encantó Da’Vine Joy Randolph, por Los que se quedan, pero para mi gusto Jodie Foster, por Nyad, elevó a las nubes el noble oficio de la interpretación actoral. No fue un simple soporte histriónico para Annette Bening, ni comparsa ni nada parecido. Creo que estuvo al mismo nivel y hasta conjugada en una misma fórmula. Ambos personajes se complementaban, no funcionarían uno sin el otro. Así de potente fue Foster, que por cierto disfrutamos también en la serie de HBO True Detective, que la estoy degustando a pequeños bocados. 

Oppenheimer también se llevó el premio a mejor fotografía, y aquí parecerá que me gana el sentimiento nacionalista, pero no podrán negarme que el trabajo de Rodrigo Prieto en Los asesinos de la luna es majestuoso, por el tono sepia y colores ocre que le imprimió al rodaje, que nos mueve a la melancolía. 

Celebro también los efectos especiales a Godzilla Minus One, producción medianamente casera que se impuso al enorme monstruo que significa Hollywood. Después de treinta y tantas películas sobre este engendro nipón, Takashi Yamazaki y su equipo hicieron lo que parecía una tarea imposible: imponerse a Guardianes de la Galaxia (mi favorita), Misión imposible: Sentencia mortal y la que para mí creí que ganaría: Napoleón