Opacidad que lastima
Ideas Sueltas
La opacidad junto a la corrupción, son el peor cáncer de la administración pública. La opacidad lacera, la opacidad enferma, la opacidad es la madre de la corrupción, la incuba, la protege. Y ambas, opacidad y corrupción, hieren de muerte a todo gobierno. Cuando un gobierno es opaco, la duda, la sospecha, la pérdida de confianza se anidan en la sociedad. Entre menos transparente sea la toma de decisiones y la forma de gobernar, más pesimista y lejana será la relación entre gobernante y gobernados.
Ahí está el caso de los siete alcaldes del estado de Hidalgo involucrados en lo que el gobierno del morenista Julio Menchaca ha bautizado como la “Estafa siniestra”, en clara alusión a la llamada “Estafa maestra” que tiene bajo investigación a Rosario Robles. Al desvío de recursos que se le atribuyen a los ediles, también se les ha descubierto que un buen número de contratos otorgados por sus administraciones se hicieron bajo la figura de asignación directa y no bajo la licitación pública.
La opacidad junto a la corrupción, son el peor cáncer
Basta unos ejemplos de cómo está figura –que si bien es una facultad que tienen las autoridades desde el nivel municipal al federal—puede dar al traste con el tema de la transparencia. El municipio de Nopala otorgó 38 contratos sin licitación; Huautla lo hizo en 238 ocasiones en dos años y Epazoyuca concedió 46 obras y servicios sin concurso de por medio.
Una de estas adjudicaciones, sin licitación pública de por medio, fue por un monto de 300 mil pesos para la adquisición de gallinas para apoyo a comunidades. Sobre esta compra en particular la Auditoría estatal de Hidalgo encontró que no hay documentación sobre la aplicación de los recursos y mucho menos de la entrega de los animales a los supuestos beneficiados. Ese mismo ayuntamiento hizo otras contrataciones de combustible, pavimentación, uniformes y ampliación de la red de drenaje bajo el mismo método. Es decir, con la opacidad por delante.
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Y si eso ocurre en un municipio que no rebasa los 20 mil habitantes, donde los recursos asignados por el gobierno estatal o federal, imaginemos lo que ocurre en poblaciones donde el presupuesto que administran las autoridades es mucho mayor.
De ahí que resulta de llamar la atención la contratación que hizo el gobierno de Toluca que encabeza Raymundo Martínez, sobre la empresa Servicio de Parquímetros Virtuales Parkimovil, sin licitación de por medio. Pero si eso no fuera suficiente, el ayuntamiento del alcalde de extracción priista decidió reservar la información por el resto de la administración municipal.
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Los Ejecutivos de los tres niveles de gobierno parecieran no entender los nuevos tiempos. En una era donde todo absolutamente es público gracias a las redes sociales, a las cámaras de video de celulares, de la red pública de vigilancia, ya no hay cabida para la opacidad. “Piensa mal y acertarás” dice la máxima y en materia gubernamental, cuando no se licita y cuando se reserva la información de contratos y de obras, la sombra de la sospecha pesa cada vez más.
REBURUJOS
La guerra de las encuestas ya inició. Todos los días y en todos lados aparece alguna. Los precandidatos y sus partidos saben muy bien cuáles son patrocinadas y por parte de quién. Más vale que no se crean tanto las que ellos mismos financian o corren el riesgo de llevarse una sorpresa.