Opositores ¿rotos?

Sin Titubeos

El presidente Andrés Manuel López Obrador de nueva cuenta nos dio muestra de que es un político muy hecho a la antigua, al que no le importa utilizar cualquier método con tal de salirse con la suya o, como dicen en Jalisco, “si no gano, arrebato”. 

Pero vayamos por partes, AMLO ganó las elecciones en 2018 con 30 millones de votos, una cifra verdaderamente espectacular, y aventó hasta el tercer lugar al PRI y a su candidato presidencial José Antonio Meade Kuribreña, que no era mal abanderado, pero que estuvo en el mejor lugar pero en el peor momento.

Aunque AMLO logró ganar la mayoría de elecciones en donde estaban en disputa gubernaturas, en 2021 tanto él como su partido dieron un gran paso hacía atrás y permitieron que la oposición: PAN, PRI y PRD, ahora junta y armada en la coalición “Va por México”, le arrebatara importantes posiciones, sobre todo en el Congreso federal.

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La señal más contundente de que electoralmente su barco no va por buen camino, fue su absurda consulta de revocación de mandato en la que, pese a pasarse por alto todos los lineamientos legales y a que todos los morenistas hicieron una descarada propaganda, sólo consiguió 15 millones de votos, la mitad de los que recibió en 2018.

En ese panorama, el presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, se puso listo y empezó una fuerte campaña opositora en torno a su persona con miras a las elecciones presidenciales de 2024. Su primera gran decisión fue hacer a un lado las negociaciones acerca de la reforma eléctrica, anunciando retadoramente que su partido votaría en contra, como finalmente sucedió.

De esa manera logró colocarse en el centro de las miradas opositoras como el aspirante más adelantado para llevarse la candidatura presidencial de “Va por México” en 2024.

La respuesta de Palacio Nacional no se hizo esperar: la gobernadora de Campeche, Layda Sansores San Román, empezó a publicar reportajes, audios y videos que exhiben la riqueza inexplicable de Alito, así como su estilo personal de hacer política. La cereza de esa campaña fue la solicitud al Congreso para desaforar al diputado para que pueda ser procesado por los delitos que se le imputan. En la práctica, AMLO no metió las manos en esa golpiza, quien hizo el trabajo sucio fue la gobernadora de Campeche. Una especie de sicario político-verbal.

Con todo en contra, de pronto la diputada Yolanda de la Torre presentó una iniciativa para que el Ejército se mantenga en las calles hasta 2028.

Alejandro Moreno salió a respaldar esa iniciativa y de pronto se detuvo el trabajo de la sección instructora del Congreso federal que analizaba el desafuero de Moreno Cárdenas y Layda Sansores anunció que dejarían de presentar más audios contra Alito. Se hizo la magia.

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Como consecuencia de esas acciones, los dirigentes nacionales del PAN y PRD, Marko Cortés y Jesús Zambrano, rompieron “temporalmente” la coalición “Va por México”. Moreno Cárdenas minimizó esas expresiones al señalar: “no podemos regatearle al pueblo de México la seguridad que les aporta la presencia del ejército en sus ciudades, en sus comunidades y en todos los rincones del país”.

Al interior del PRI varios senadores con Miguel Ángel Osorio Chong al frente, criticaron esa iniciativa y abrieron un frente contra Alejandro Moreno.

AMLO está más que feliz, de un solo plumazo dividió al PRI, partido al que ve con más respeto por su presencia nacional y dividió a sus opositores. ¿Podrán recuperar la alianza “Va por México” antes de que termine el año para que PAN, PRI y PRD participen juntos en las elecciones de 2023?, es difícil preverlo en este momento, pero seguramente en 2024 sí irán juntos, porque es más lo que pueden perder separados, que lo que pueden ganar juntos. El pragmatismo político los volverá a reunir, no les queda de otra, a pesar de Alito.

SPM