Pan y circo con ISSEMyM
La bancada de Morena en el Estado de México está muy activa ahora con el tema de la investigación al desfalco del ISSEMyM que lo tiene prácticamente en quiebra, un caso en el que valdría la pena ir a fondo pues es emblemático en materia de corrupción. El problema es que no parece que se lo estén tomando en serio.
Azucena Cisneros hizo la semana pasada en la exposición de motivos para promover el exhorto para que el gobierno mexiquense y el OSFEM inicien las pesquisas, un recuento de la forma en la que las finanzas del Instituto fueron mermadas desde el gobierno de Arturo Montiel hasta el sexenio pasado.
En ésta, la diputada mencionaba a los ex gobernadores y daba las cifras generales que a consideración de Morena resultan inconsistentes, pero nunca refirió a quienes estuvieron a cargo directamente de las decisiones.
Simplemente, vale la pena recordar que desde el año 2000 hubo 13 directores del ISSEMyM, muchos de ellos duraron un año en el cargo y hasta menos.
Entre ellos hay nombres interesantes, como Carolina Monroy o dos actuales integrantes del gabinete de Alfredo del Mazo: Marcela González, actual secretaria de Cultura y Turismo y Enrique Jacob, secretario de Desarrollo Económico. Es decir, no sería muy complicado preguntarles qué pasó en estos años para entender el desastre.
Sin embargo, Max Correa, también de Morena, le dedica una conferencia de prensa al asunto para hacer más señalamientos, ahora basados en notas periodísticas que ni siquiera cita directamente, solo las menciona en general.
A la manera de la tristemente inútil investigación que promovieran hace años, también diputados, contra el ex gobernador Arturo Montiel por presunto enriquecimiento ilícito durante su gobierno, todo lo basan en rumores, publicaciones y sin tocar el tema real que debería ser materia de esta discusión. Qué fue del dinero, a dónde fue a parar, por qué el Instituto no recibió los recursos que correspondían de instituciones como gobiernos municipales o la Universidad Autónoma del Estado de México.
Argumentos de este tipo, meramente políticos, con fines electoreros, ya hemos visto en el pasado en otros casos y nada ha sucedido, se convierten en pan y circo.
Pareciera que los diputados quieren desviar la atención, pues mientras arman este circo mediático, la Ley del ISSEMyM sigue pendiente. Esta legislatura está ya en su último año y no ha sido capaz de reponer la reforma que echó abajo como una de los primeros acciones a la llegada de estos diputados.
Dijeron entonces que no permitirían que los trabajadores sean los que paguen los platos rotos y tenían razón, es injusto. Ahora necesitamos que definan cuál será el mecanismo para resolver el problema.
Este organismo es la institución estatal de salud para trabajadores más grande del país, con una infraestructura enorme que atiende miles de empleados de gobierno y sus familias pero está a punto de ser inoperante, no se trata de un tema menor.
Ojalá que mientras buscan en medios de comunicación sustento para sus denuncias, también se pongan a trabajar con seriedad en buscar los mecanismos para rescatar al ISSEMyM sin afectar los derechos de los trabajadores y con eso podrán hacer mejor campaña, pero por lo visto, prefirieron armar un juicio público y mandar a la congeladora la reforma, para que sea problema de la siguiente legislatura.
ASME