Piñatas mexicanas son un éxito en las fiestas infantiles del extranjero

La creatividad y belleza de las piñatas mexicanas son un atractivo para la gente de otros países, al grado que no solo son un elemento imprescindible para las fiestas decembrinas, sino para las infantiles.

Elena Bartolo Santiago, artesana de piñatas de Naucalpan, en entrevista habló de la hermosa tradición que se vive en México y que en países como Suiza y Estados Unidos, las piñatas son todo un éxito en las fiestas.

Piñatas mexicanas son un éxito en el extranjero

Recordó que una amiga suya le mandaba a pedir varias piñatas para el cumpleaños de su hijo y luego, muchos niños querían asistir a la fiesta del niño mexicano.

En el extranjero las piñatas son reconocidas como un símbolo de la cultura Mexicana y a la postre se convirtieron en elemento imprescindible de las fiestas infantiles.

Recordó que hace unos años estuvo en Suiza, a invitación de una paisana que tiene un taller de habilidades psicomotoras y le compra las piñatas sin adornar, para que los niños suizos y mexicanos “las vistan, ellos le pegan el papel y las arreglan”.

Esa fue la ocasión en que se dio cuenta del éxito que tienen las fiestas infantiles de niños mexicanos: “en Suiza los niños se pelean por ir a la fiesta del niño mexicano ¿y saben por qué? Por la piñata que hace más divertidos los festejos”.

También ha viajado a Texas, Estados Unidos por su trabajo, pero allá hay muchos mexicanos y toda la gente conoce las piñatas.

A parte de que son un bonito reflejo de la cultura mexicana, Elena, otra entrevistada dijo que hace 10 años quedó viuda con tres hijos pequeños y en vida su marido le gustaba elaborar piñatas, por ello, decidió dedicarse a fabricar piñatas.

Además, fue una forma en que pudo sacar adelante a su familia y se convirtió en emprendedora.

Elena no sabía elaborar las piñatas, por lo cual se inscribió en cursos en el Museo de Arte Popular: “tenía que aprender a hacer piñatas bonitas”.

Se han convertido en un símbolo característico de las fiestas

Explicó que en su taller se le ocurrió elaborar piñatas personalizadas “de acuerdo a la imagen que el cliente pida y fue como empezó a crecer mucho el negocio, porque hay niños que piden piñatas de figuras o personajes nuevos que no hay en otros lugares”.

En diez años el taller de Elena creció y tuvo que emplear a sus vecinos de la colonia San Antonio Zomeyucan, donde ella vive, pero al crecer el negocio, ella se capacitó en la Fundación Crea.

Dijo, “tomé un curso que impartió el Ayuntamiento de Naucalpan, en ese entonces se llamaba Mujeres Moviendo México, entonces ahí elabore mi primer plan de negocios para convertir mí taller en una empresa”.

La empresa Piñatalab produce alrededor de 100 piñatas a la semana en el año, pero diciembre es el mejor mes, cuando elaboran las piñatas tradicionales de siete picos, finalizó la emprendedora.

SPM