Políticas Públicas

Políticas Públicas

Con singular alegría

Gilda Montaño Humphrey
Marzo 10, 2025

La sociedad actual es ahora más heterogénea que antes. Al mismo tiempo, el crecimiento poblacional genera nuevas demandas sociales y de diversos tipos, las cuales requieren ser solucionadas en su momento con calidad, cantidad, armonía y trato. La vieja fórmula empleada por muchos años, de dejar pasar el tiempo para que las cosas se olviden, ya no resulta funcional. Como la sociedad ha evolucionado, ampliando su radio de acción y participación, demanda en este momento un gobierno abierto y de rápidos reflejos, capaz de romper sus propios estándares en la solución y propuesta de opciones viables que logren el consenso general de las mayorías.

Cada clase dirigente busca seguir propiciando y manteniendo una estabilidad política. Muchos de los problemas actuales que enfrentan todos los gobiernos tienen la misma naturaleza: la pobreza en comparación con la riqueza; y se orientan hacia un mismo resultado: mejorar el nivel de vida de sus ciudadanos.

 El nuevo Estado mexicano se apropió de muchas de las ideas de las bases más conocedoras de la realidad actuante y éstas fueron puestas al servicio del Estado, con la finalidad de solucionar muchos de esos males. Tal forma de hacer política, entendida como la decisión de las mayorías, es sinónimo de bienestar.

Pero ¿cuáles pueden ser algunas de las alternativas para lograr recuperar la legitimidad gubernativa, tan erosionada por acciones pasadas? Quizá tengamos que aprender de otras ciencias que buscan la solución; en propuestas que por ahora son poco coherentes para la ciencia política. Una de ellas sería recurrir a la imaginación creadora individual del político. Esta imaginación buscaría que su poseedor pudiera comprender mejor el escenario histórico más amplio en cuanto a su significado para la vida interior y para la trayectoria exterior de la diversidad individual. Es decir, sentirse parte del problema y no sólo observador de este. Pasar de la acción conocedora por simple vista, a la acción participativa de sentir como esa gente.

Con esto se lograría que el individuo pudiera comprenderse en su propia experiencia y evaluar su propio destino ubicándose a sí mismo en su época; de ser un individuo capaz de conocer sus propias posibilidades en la vida, si entiende la de todos los individuos que se hallan en esas circunstancias. El político con capacidad, sería capaz de captar la historia social y la individual como una biografía, comprendiendo la relación existente entre ambas dentro de la sociedad.

Es la capacidad de pasar de las transformaciones más impersonales y remotas, a las características más íntimas del yo humano: de ver las relaciones entre ambas cosas. Por ello, detrás de su uso, siempre estará la necesidad de saber el significado social e histórico del individuo en la sociedad y el periodo en que tiene su cualidad y su ser. Conocimiento concreto de la realidad mexicana, basada en la experiencia individual.

De esta manera, la imaginación y la búsqueda de una participación más eficaz y activa como protagónica de la sociedad civil, permitiría a los gobiernos demostrar que las causas de ingobernabilidad no son sólo toma de decisiones mal ejecutadas, sino que estas deberán ser propuestas basadas en la realidad interna y social.

Si la imaginación es algo práctico, debe recordarse que imaginar implica cambiar esquemas establecidos. Por ello no debe extrañarse que en muchas de las decisiones se tienda a cambios radicales, afectando intereses de terceros, porque debe ya olvidarse el gobernante de trabajar para el siguiente día; más bien debe actuar en el momento, ya que su acción lo legitima y con ello lo hace con su gobierno y como ser humano.

Todas las acciones gubernamentales deben tener el sustento histórico de su ejecución. Una decisión, materializada en una ley general, propicia reacciones encontradas porque cae en contextos diferentes. Si a esto se agrega la creación de instituciones poco rentables y se niega el acceso a las organizaciones no gubernamentales o se les restringe el papel de su actuación, se está cerrando una puerta en la cual se pueden encontrar soluciones imaginativas, que son la base para lograr el consenso político.

El maestro Omar Guerrero, de la UNAM, apunta Un tema trascendental tanto en la Ciencia Política como en la Administración Pública es el estudio de las Políticas Públicas, abarcando desde su planteamiento, análisis, evaluación y su posterior implementación. Para el desarrollo de cualquier Estado es indispensable contar con Instituciones realmente eficaces que sepan captar los problemas de los ciudadanos, a través de sus diferentes organizaciones, pero lo realmente eficaz y preponderante es resolver los problemas presentados con reformas que den solución y con Políticas Públicas muy bien implementadas.

¿Por qué analizar las políticas públicas? El desarrollo de un país va a depender solo y solo si, tiene la capacidad estratégica y administrativa para implementar políticas que ayuden al desarrollo de la plena convivencia social, política y económica de los diversos actores que participan en la formación de un Estado, estamos hablando de los ciudadanos, instituciones, organizaciones y autoridades; solo esta plena convivencia dará la estabilidad en el sistema político, social y económico que por consecuencia habrá un impulso a un desarrollo suficiente para situar a los países en buena posición con respecto a sus competidores en el ámbito mundial. 

Por tanto, las políticas públicas son, sin duda alguna, la parte ejecutora de la Administración Pública. Políticas Públicas sanas, eficientes y que respondan a los problemas sociales, darán como resultado un Estado con administración capaz de enfrentar con seguridad cualquier adversidad venidera.

gildamh@hotmail.com

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