Presente y futuro de la gestión pública de los servicios de agua
Para llevar los servicios relacionados con el agua en la actualidad, requiere de grandes esfuerzos por su propia naturaleza, a diferencia de otros servicios como es la energía eléctrica, no es posible generar (hacer) agua, ese es uno de los primeros retos, encontrar agua en la cantidad suficiente para su uso, enseguida es necesario cumplir con ciertas características de calidad antes y después de su extracción, de acuerdo con normas oficiales que nos indican qué parámetros cumplir.
Para su distribución, es necesario que la infraestructura se encuentre en buenas condiciones, además de otros requerimientos como la presión que se requiere mantener. Una vez que es utilizada se debe contar con infraestructura para recolectar agua, gris, pluvial y residual, llevarla a donde se le da tratamiento para que regrese a la naturaleza, lo más cerca a las condiciones naturales en que fue tomada; en las últimas fechas y ante la escasez, se ha hecho necesario buscar formas de reutilizar el agua tratada, lo que implica ciertos grados de calidad de agua, y otro sistema de distribución.
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Adicional a lo anterior, los organismos operadores y prestadores de servicios han acumulado en sus obligaciones la gestión del agua pluvial, otro sistema que tiene desafíos como inundaciones y cuidado de la infraestructura urbana, entre otros. Entonces tenemos en sí, cuatro sistemas a cargo: la de producción y distribución, la de recolección y tratamiento, la de distribución de agua tratada (línea morada) y finalmente los sistemas pluviales, de ese tamaño es la complejidad de los sistemas.
Pero donde nos detenemos poco es en la prospectiva de estos servicios, por si fuera poco el grado de dificultad e incumplimiento actual, otra de las características especiales de los servicios de agua es que las condiciones exógenas y endógenas tenderán a empeorar con el tiempo, el crecimiento de la población y de actividades económicas presionara la demanda de forma importante, la disponibilidad de agua deberá ser cada vez menor y por consiguiente su calidad, los fenómenos hidrometeorológicos serán recurrentes con todos sus efectos conocidos, por tanto, las capacidades en todos los aspectos, los compromisos internacionales firmados y la cada vez más estricta normatividad, nos llevan a una situación en que requerimos ya no solo revertir el rezago existente, al que se le suma lo que mencionamos en cuanto a la gestión en condiciones de sequía y escasez, por tanto tenemos que preguntarnos ¿qué tipo de instituciones necesitamos, y de qué nivel, para atender semejante desafío?, el reto no es menor.
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