Remembranza del Centenario de la Erección del Estado de México (Parte 3 de 4)

Crónica del Bicentenario Mexiquense

El Gobernador Abundio Gómez al presentar el 1 de marzo de 1924 su Informe de Gobierno a la XXIX Legislatura señaló que “tomada en consideración la iniciativa que presentara el Sindicato de Agricultores de esta Entidad para que fuera celebrado dignamente el Primer Centenario de la existencia legal y de la vida autónoma del Estado de México, declarada el 2 de marzo de 1824 por el Congreso Constituyente que se instaló en la Ciudad de México, el Ejecutivo de mi cargo con el fin de que en todo el territorio del Estado sea conmemorado dicho centenario, con la lucidez posible, hizo oportuna invitación a todos los ayuntamientos para que poniéndose de acuerdo con las juntas patrióticas respectivas, prepararan  con toda diligencia los festejos  que han de desarrollarse para tal celebración, que tendrá lugar el día de mañana.

Por lo que hace a la conmemoración del mismo Centenario en esta Ciudad, invité al H. Ayuntamiento, a la Junta Patriótica, al Sindicato de Agricultores y a la Cámara de Comercio, para que en unión del Ejecutivo de mi cargo, acordaran el programa de los festejos que han de tener lugar con motivo de la citada conmemoración y a la fecha se encuentra publicado. También me permití invitar  a esta H. Legislatura por conducto de su Diputación Permanente, para que el día de mañana  celebre una sesión de honor, a la misma hora que la Primera Legislatura hizo la declaración de la Independencia del Estado, dando así más realce al Centenario que va a conmemorarse”.

El 2 de marzo en la Sesión de Honor de la Legislatura, el Diputado A. Enríquez indicó que “hoy hace cien años que el Estado de México nació como Entidad Federal en virtud de que así lo dispuso el Acta Constitutiva del 31 de enero de 1824, precedente de la Constitución Mexicana del 4 de octubre del mismo año, que puede considerarse como la primera manifestación del triunfo de las ideas federalistas, y reflejo fiel de las tendencias avanzadas del grupo intelectual que entonces dirigió los destinos de la patria.

Acontecimiento tan fausto merece que se le exalte, después de una centuria de vivido y trascendente suceso espiritual, con el mayor de los entusiasmos, porque él nos recuerda el advenimiento a la vida de la autonomía política, de esta bellísima fracción de tierra mexicana que, con sus elementos todos ha contribuido empeñosa y patrióticamente a la ascensión progresista de la República.

No ha ahorrado el Estado de México su contribución para aquella finalidad. Sus hijos por amor a la Patria le han ofrendado a ésta las joyantes primicias de su talento preclaro o de su sangre.

Juana de Asbaje, por otro nombre Sor Juana Inés de la Cruz, Fray Miguel de Navarrete, con sus producciones poéticas vernáculas que son lustre de la lengua castellana, no solo han honrado al pequeño solar, sino que también a la Nación entera, alzando hasta el más alto pavón, el prestigio de su cultura literaria, a la cual prestó fuerza anímica el sentimiento mexicano, de tanta alteza como intensidad.

Fernando de Alba Ixtlilxóchitl, Joaquín Velásquez de León y José Antonio Alzate, con sus trabajos científicos e históricos, dieron palpables muestras de su amor por la Ciencia y, por la Tierra que los vio nacer, consagrando el prestigio de ella dentro y fuera de la Nación de la Patria y en la Humanidad.

Y cuando los invasores Norte-Americanos y Francés hollaron el suelo nacional, el Estado de México con un tranquilo patriotismo aportó buen contingente de sus hijos en defensa de la Soberanía Patria mancillada por ambiciones bastardas, y ultrajada por delirios independentistas que mal se aclimatan en nuestro suelo de libertad”.

TAR