Ritual de los Hombres Dios
Con singular alegría
El texto al que haré referencia es el “Ritual de los Hombres Dios”. Esto implica una gran diferencia respecto al paradigma iniciático sobre el que se debe trabajar. Cada uno somos el todo, el todo es cada uno de nosotros… Es decir, que como conciencias individuales reconocemos la conexión perenne que nos vincula con el todo, el absoluto, pero que al mismo tiempo nos hace ser uno, únicos. En principio, pareciera algo complejo, pero en realidad no lo es, sólo que tenemos que “ampliar” nuestra conciencia y ver más allá de los arquetipos que nos han sido impuestos desde pequeños y que en muchos casos nos atan y esclavizan…
Este escrito principalmente, está diseñado sobre la perspectiva de que todo es energía… Y nosotros como conciencias cósmicas somos energía consciente.
Somos el continuum, más allá del espacio-tiempo.
Para poder entender el contenido del documento de manera más amplia y precisa, se debe estudiar cada una de las partes que lo integran, buscando contextualizar cada elemento conforme a su contexto iniciático y teúrgico.
El documento está impregnado de varias altas escuelas iniciáticas. De alquimia, metafísica, gnosis, hermetismo, astrología, alta magia, magia egipcia, magia hebrea, magia del caos, magia estelar, magia atlante, magia cósmica, yoga, física cuántica, visualización creativa, mantras, mudras, sigilos, Tai Chi Chuan, etcétera, etcétera, etcétera. Además de que conlleva el conocimiento más “secreto” de varias altas escuelas iniciáticas como la Masonería, la Golden Dawn, la Orden Illuminati, la Societas OTO, entre muchas otras.
“El que tenga ojos… que vea. El tenga oídos, que oiga”. Y es fundamental siempre tener presente el siguiente aforismo iniciático: saber-querer-osar-callar. En ese preciso orden. Entender plenamente el contenido del documento y saber exactamente qué implica y qué conlleva. Querer hacer algo con ese conocimiento, atreverse a trabajar con él. Y en un primer momento, guardarse para sí el resultado del trabajo con este ritual, por los menos hasta que se termine de entender plenamente en uno mismo sus resultados.
En lo que se refiere a la estrella invertida y los que tú llamas demonios, os digo lo siguiente: en un principio, y creyendo que vos tenéis vuestras propias ideas y conocimiento al respecto, os diré que la estrella de cinco puntas representa el trabajo desde lo divino hasta lo terrenal, es decir, hacer fijo lo volátil; densificar lo sublime, en todas las escuelas iniciáticas dicen, y con mucha razón, que este trabajo está reservado a los grandes iniciados.
Implica una gran responsabilidad para con nosotros mismos y para con todo aquello que nos rodea; sin embargo, estamos en el inicio del “Eón de los Hombres Dios”. El Universo Todo está alineado para ello; cada ser humano está en circunstancia de asumir su condición divina-cósmica y ejercerla como tal.
Hemos llegado al fin de un ciclo. Muchos le han dado diferentes nombres.
Uno sería Kaliyuga; lo que comúnmente llaman profecías, ya sean éstas mayas, egipcias, y otras muchas más, hablan del cumplimiento de un ciclo de 25 mil años, tiempo en que nuestro sol termina de orbitar alrededor de su propio Sol, en este momento estamos arribando plenamente a ese suceso.
Es sabido que existen cuatro fuerzas fundamentales en el Universo… En las diferentes escuelas iniciáticas se les ha dado muy variados nombres… Cuatro elementos: Tierra, Agua, Aire, Fuego. Cuatro Arcángeles: Rafael, Gabriel, Miguel, Uriel. Cuatro planos de existencia e inexistencia: Material, Astral, Mental, Causal. En la física moderna: Energía materializada, Chi solidificado, Chi libre estructurado, Chi libre. Expresión humana: Conciencia, Emociones, Mente, Voluntad. Cuerpos en el hombre: Cuerpo físico, Cuerpo de Deseos (alma, inteligencia emocional), Cuerpo Mental (mente, inteligencia racional), Espíritu.
Cada una de ellas, en atención a un principio hermético, se corresponde en todo momento de manera directa con el ser humano.
“Como es arriba es abajo, como es abajo es arriba”. Es decir, que en un reflejo preciso del Universo, del absoluto, somos arquitectos creadores y destructores de nuestro propio universo, de nosotros mismos y al adquirir plena conciencia de ello, incluso podemos interactuar con el micro-universo, con el macro-universo, con el micro-macro-universo, y con todos aquellos micro-universos que nos
Rodean. Todas y cada una de las cuatro fuerzas fundamentales en el Universo yacen en nosotros mismos… Sólo hay que tomar plena, total y absoluta conciencia de ello y utilizarlas. Es cuanto.
gildamh@hotmail.com
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