Salvador Ramírez, la pasión por vivir el dolor de Cristo

Para Salvador Ramírez, un mexiquense que ha participado durante 30 años en la representación de La Pasión de Cristo interpretando diferentes papeles, cada uno de los personajes conlleva un esfuerzo, dedicación y fe particular, desde los soldados romanos, hasta Jesús.

Son décadas las que han pasado desde que se realiza la interpretación de la Vida, Pasión y Muerte de Jesucristo, misma que se entiende como una puesta en escena que da vida a esta historia que conmueve a sus espectadores y se corona como la festividad más relevante de la tradición católica.

“Cómo sabemos Dimas era un ladrón que es crucificado junto a Jesús y, quien en el último momento de su vida, se arrepiente y le pide perdón a Jesús. En ese momento él ve el arrepentimiento que está padeciendo el ladrón.

Salvador Ramírez, la pasión por vivir el dolor de Cristo

Nosotros nos sentimos orgullos de lo que hacemos y sabemos que es un obra meramente teatral, que afortunadamente es segura y que se vuelve familiar; que todos los escenarios que se ven son completamente naturales y que creo que eso también le da un valor especial”, señaló el actor.

La experiencia que le han dado las tres décadas de participación en esta representación, le han permitido conocer los procesos de preparación para la misma a la perfección, mismos que -señala- pueden durar más de medio año.

“Algunos personajes se empiezan a ensayar desde seis meses antes, a veces más, porque también hay que prepararse para el recorrido con Jesús, nosotros vamos descalzos, con un tronco en los hombros, flagelados por los soldados y hay que también estar físicamente bien para poder hacer todo esto que se necesita”, dijo Ramírez.

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Crea conciencia de nuestras acciones

Finalmente, resaltó el impacto que tiene esta puesta en escena en las personas, pues al tener un contexto religioso, existe un mayor arraigo para todos los involucrados ya que la manifestación de las emociones también penetran el personaje que interpretan para llegar a las fibras del actor.

“Uno siente el remordimiento y la tristeza cuando uno está en la cruz; sobre todo, es cuando alcanzas a ver bien las personas, ves sus caras y la pasión, el sentimiento y el dolor que reflejan cuando contemplan la crucifixión y creo que nos hace crear conciencia de nuestras acciones”, concluyó.

TAR