Salvar vidas, la pasión y oficio de Martín

Motivado por el amor a sus abuelos, pues quería atenderlos él mismo, Martín Morales decidió ser enfermero y después paramédico

Motivado por el amor a sus abuelos, pues quería atenderlos él mismo, Martín Morales decidió ser enfermero y después paramédico. Sin importar la fecha que marca el calendario, el joven se pone el uniforme, revisa la ambulancia para que todo lo necesario para atender una emergencia esté cargado y así lograr salvar vidas.

En la estación de la delegación Estado de México de la Cruz Roja Mexicana, Martín pasa las horas entre llamados. Sabe que debe estar con los sentidos enfocados pues no sabe con qué situación va a lidiar en cuanto llegue una llamada de emergencia.

“Siempre he tenido la curiosidad de qué era lo que se sentía estar en una ambulancia, cómo es atender las emergencias cuando no tienes todo el equipo disponible como en el hospital, en un área de choque que todo está controlado, una vez estado en la calle, te das cuentas de mucha situaciones y al ver ese tipo de cuestiones, al ver las ambulancias llegando a los hospitales pues da mucha curiosidad”.

Cuando las emergencias ocurren, llamar a los policías, a los bomberos o a los paramédicos es lo primero que se atraviesa en la mente, sabemos de facto que están disponibles para auxiliar a la población, pero eso no es fácil, detrás hay una serie de sacrificios y una red de apoyo.

Así lo reconoce Martín, mientras reconoce que le toca estar de guardia para Año Nuevo, por lo que se preparará con un tupper lleno de un poco de lo que su familia compartirá en la cena para esperar con sus compañeros a que sea una noche tranquila.

“Si no estamos nosotros, pues sería todo un caos, de hecho siento que por lo menos aquí en la ciudad de Toluca, sí sería un caos, todas las corporaciones somos importantes y en este tipo de cuestiones el estar 24/7 para la población es lo que también nos ayuda a pasarla de una manera amena, no bien porque pues vemos mucho, muchas cosas que no nos corresponden en el sentido de que no quisieras verlas, pero el estar ahí en estas fechas que todo mundo va a estar con sus familias nos da aliento, nos alienta a seguir con el apoyo a población”.

Caídas, accidentes viales, quemaduras, esas son las emergencias más comunes durante las fiestas decembrinas, por lo que Martín procura estar siempre listo para salvar vidas.

“Vale la pena el ayudar a los demás, depende también de qué personas, obviamente, pero el ayudar a los demás nos motiva a seguir más, a saber más, a prepararte más, encontrarte en la práctica con ese tipo de pacientes, en pedir más equipo… Para mí en particular, que te digan ‘gracias’ se siente muy, muy bonito”.

Entre la vida y la muerte 

Aunque sabe que no siempre llega el agradecimiento, pues no siempre llegan a una situación donde puedan salir como héroes sin capa. La Muerte gana la partida y en el duelo, las familias los culpan.

Gritos, reclamos, incluso conatos de bronca, son lo que deben sortear cuando ya nada pueden hacer por el paciente. Todos los días corre el riesgo de perder la batalla contra el tiempo y la oportunidad pero corre el riesgo porque, cuando logra estabilizar a alguien que necesita intervención médica, sabe que todo vale la pena.

Además, reconoció, también hay quienes además de una palabra de aliento les mandan comida en la Nochebuena o la cena de Año Nuevo. Pizzas, recalentado, todo es bien recibido en la estación donde los paramédicos de guardia sacrifican el tiempo con sus familias para poder atender a otros.

Por ello, pidió a la población consideración para los cuerpos de emergencia, pues todos dejan atrás a sus familias para que en un momento de necesidad, siempre hay alguien dispuesto a servir.

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