Silla de palma, un acervo que mantienen en el Barrio de Guadalupe

Las sillas a base de palma también son parte de la identidad y el acervo cultural

En la orillas de San Mateo Atenco, colindando con San Pedro Tultepec, se encuentra el Barrio de Guadalupe, donde la comunidad se encarga de mantener viva la artesanía de madera y palma en la zona.

Como bien se sabe, San Mateo Atenco es reconocido dentro y fuera del Estado de México por la elaboración del zapato, artesanía de la cual han generado una industria de la que depende gran parte de la población.

Sin embargo, las sillas a base de palma también son parte de la identidad y el acervo cultural del municipio, siendo el Barrio de Guadalupe el epicentro de esta creación.

ESPECIAL

El maestro Gerardo Jardon, conforma la tercera generación de artesanos que se dedica a la elaboración de estas piezas, tan llamativas por sus colores como por sus bordados.

“Nos dedicamos a la elaboración de sillas cuadradas y torneadas, ocupamos madera, palma real y plástico, conforme todo se va modernizando también nosotros”mencionó el maestro.

Sucede que en algún tiempo, los procesos eran completamente manuales; desde la recolección de la materia prima. En la actualidad, se aprovechan alguna herramientas para su elaboración, como la compra de madera en bloques, sin embargo la elaboración sigue siendo de forma artesanal.

“La madera se compra en polín, ya después nosotros la cortamos y la pasamos al torno, cuando es silla torneada; cuando es cuadrada nada más se limpia y se le va dando la forma a la silla, se va armando”, explicó el maestro.

TE SUGERIMOS: El museo de la acuarela cumple 30 años en el Edomex y lo conmemoran con una expo

Proceso del armado de silla de palma

Una vez teniendo la base de la silla se remoja la palma con pequeños chorros de agua para que se pueda manipular con mayor facilidad, después, se echa a volar la imaginación, pues entre colores; pero sobre todo tejidos, es como le dan la distinción a sus piezas.

“Por tradición tenemos varios tipos de tejidos, pueden ser de cachitos, de raya, caladito, de cocol, cinco de oros, y no solo dependen de las formas sino de cómo se hace el tejido; por ejemplo, hay unos que son por encima y por abajo de la madera».

«O sea, es tanto el mismo tejido por abajo y por arriba, con todo y las formas, como si fuera doble vista, que es lo que más hacemos nosotros aquí”, señaló el artesano.

ESPECIAL

A pesar de que el maestro se siente orgulloso por distinciones a nivel estatal, menciona que la mayor satisfacción para un artesano es ver un producto terminando.

“Uno se siente muy satisfecho cuando ves terminado algo que haces, como en este caso la silla, creo que como artesano es una de las mayores satisfacciones y sí yo también creo lo que dicen los compañeros que cuando alguien se lleva una de nuestra piezas, se lleva una parte de nosotros”, concluyó.

TE PUEDE INTERESAR:

DMM