Suma Edomex 624 huérfanos por violencia de género

Las víctimas indirectas de los crímenes contra las mujeres viven con las consecuencias de que les arrancaran a sus madres

En el Estado de México al menos  624 niñas, niños y adolescentes que se han enfrentado a la pérdida de su madre, ya sea por un acto violento en cuestión de género o una desaparición que los dejó vulnerables al desamparo y el desconsuelo de no volver a abrazar a quienes les dieron la vida.

Se trata de las otras víctimas del feminicidio, cuyo delito ya sumó siete casos en el mes de enero de este 2023, en seis municipios mexiquenses: Toluca con dos, Chalco, Chimalhuacán, Cuautitlán Izcalli, Naucalpan  y Villa Victoria con uno cada cada uno.

Se dice que nadie está preparado para enfrentar un delito, cualquiera que sea, menos aún cuando se trata de niños que se ven obligados a incluir en  su lenguaje palabras como audiencias, pesquisas o investigaciones.

Son menores de edad quienes quedan bajo la custodia de abuelos, tíos o incluso de orfanatos, y por quienes desde 2015 se ha hecho un esfuerzo por visibilizar y atender sus necesidades básicas de desarrollo físico y emocional.

Instituciones gubernamentales, colectivos y activistas defensores de los derechos humanos con perspectiva de género coinciden en la enorme fragilidad con la que deben crecer los pequeños en orfandad, pero también en la importancia de sumar esfuerzos para facilitar su integración social con el menor impacto negativo de las circunstancias.

Atención gubernamental 

Con los índices más altos de violencia de género del  país, en el Edomex se creó en 2015 la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), hoy dependiente de la Secretaría de Justicia y Derechos Humanos.

La comisionada Carolina Alanís Moreno reconoció en esta institución el propósito de proteger a las víctimas directas, ofendidas o colaterales de la violencia en la entidad, conforme a un modelo integral de atención.

En entrevista con La Jornada Estado de México precisó que  existen líneas fundamentales de apoyo.

La primera es la asignación de asesor jurídico patrocinado por el estado, que acompaña a las familias desde la integración de un expediente hasta la ejecución de una sentencia.

Esta vía permite preparar a las personas cuando tienen que participar de todo el proceso legal y concretamente dentro de las audiencias donde hay cúmulo de emociones.

El segundo eje o línea de acción es el acompañamiento psicológico, que aunque la mayor parte de las ocasiones la gente enfoca sus esfuerzos y su seguimiento a que exista la justicia, también se atiende el impacto emocional que llega a mermar a las familias.

El área hace un diagnóstico y determina el tipo de terapia y sesiones que tiene que llevar la persona para poder enfrentar la situación, incluso de psiquiatría con tratamiento y medicamento  gratuito.

Después, se integra la línea del Trabajo Social que permite hacer un análisis del entorno y las condiciones en las cuales vivía la familia previo al suceso, durante y después; lo cual les permite advertir cuáles son los impactos, las necesidades que pudieran tener la familia y que también se encuentre dentro de los diferentes conceptos y apoyos que brinda la comisión.

Finalmente, se brinda atención médica que puede ser de manera inmediata si alguien sufre algún tipo de lesión o que en un momento dado, derivado de algún tipo de delito, se haya visto afectado en su salud o integridad física, con el apoyo del Instituto de Salud del Estado de México.

“El gobierno estatal ha hecho un énfasis muy grande en la protección de las niñas, niños y adolescentes cuando desafortunadamente estos quedan en un estado de orfandad”,  expresó la comisionada.

Carolina Alanís añadió que como legado de la CEAV se ha dado vida a dos programas de apoyo a este sector:  Valentina y el de Canasta Alimentaria.

El Programa Valentina busca caracterizar el desarrollo pleno e integral de las niñas, niños y adolescentes de manera individual, mientras que, el de Canasta  Alimentaria consiste en un recurso económico que se da mes con mes a las familias que caen en estos supuestos.

“Estos programas, tanto de Canasta Alimentaria, como el de Valentina, son programas que ya han quedado institucionalizados; esto significa que ya son programas reconocidos de carácter social con perspectiva de género lo cual, independientemente de los tiempos en los que nos encontramos, finalmente estos programas persistirán”, dijo.

Abuelas, las madres sustitutas

La titular de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas reconoció que la mayor parte de los pequeños en orfandad están bajo el cuidado de las abuelas, de los abuelos, quienes tienen que enfrentar la situación y cuyas cifras han ido en aumento cada año.

Desde la CEAV existe coordinación con la Secretaría de Educación estatal para la entrega de becas escolares en dos distintas modalidades: Talento  Mexiquense y Beca Rosa.

Con ellas se puede apoyar a los niños mes con mes durante todo el ciclo escolar para adquirir útiles, uniformes, tenis, zapatos y  lo que necesiten.

“Nuestro objetivo es tratar a las personas conforme a los principios que se tienen establecidos en la Comisión Ejecutiva; es decir, nosotros trabajamos con un enfoque en derechos humanos, tenemos principios en los cuales tenemos que dar atención especializada, diferenciada”, expuso.

En la CEAV se atienden también a otros grupos vulnerables como la comunidad indígena, a la comunidad LGBT e inclusive adultos mayores, mediante protocolos especializados y con una visión integral.

“Lo más importante es que las personas sientan la protección del estado a través de esta institución, que de manera coordinada tenemos una comunicación permanente con la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), con la Comisión de Búsqueda del Estado de México y con los Ministerios Públicos especializados para dar seguimiento puntual tanto en la parte de investigación como todos estos apoyos colaterales que se brindan.

Carolina Alanís anunció la próxima creación de Salas especializadas que se encargarán de generar las condiciones adecuadas y que los impactos en el contexto no sean tan fuertes para las víctimas, sobre todo para las niñas, niños y adolescentes.

Los niños y niñas quedan bajo cuidado de abuelos

Tras el feminicidio de Adriana en 2018 en Nezahualcóyotl, dos pequeños de 5 y 7 años de edad se quedaron bajo la custodia provisional de su abuelita, Doña “Jose”.

La mujer había abandonado su negocio de venta de antojitos para ayudar a su hija en el cuidado de los niños cuando ella aún vivía.

FOTO: Ramsés Mercado

Así que tuvo que volver a empezar a trabajar para sacar adelante a los pequeños, pero una enfermedad le impidió continuar con su tarea. El año pasado “Jose” colapsó y los niños sufrieron una segunda pérdida.

La custodia pasó al abuelo de los niños.

Pero no es el único caso. Mónica Citlali era una joven maestra que daba clases de inglés en el municipio de Ecatepec. El  presunto responsable de su desaparición es el exnovio, quien aparentemente actuó con la complicidad de su madre en noviembre del año pasado.

En orfandad quedó una pequeña de 10 años que cursa el sexto grado de primaria y cuya custodia provisional quedó en manos de sus abuelos.

Ambos trabajan y están en proceso de ser incorporados a los programas de apoyo económico que ofrece la CEAV, mientras la menor recibe acompañamiento psicológico para afrontar su pérdida.

Las historias de feminicidios de madres no son pocas, Mónica Citlalli y Adriana son apenas los rostros que dan cuenta de las historias detrás de las estadísticas.

Conmemoran el Día de las Muertas en CDMX

A iniciativa del colectivo Voces de la Ausencia, desde el año 2018, familias de víctimas de feminicidio y de desaparecidas conmemoran con una marcha su propio “Día de Muertas” cada 3 de Noviembre.

La protesta se realiza en la Ciudad de México y en ella participan familias afectadas del Estado de México que exigen justicia para las miles de mujeres violentadas y asesinadas en el país.

La activista Frida Guerrera es una de las principales promotoras y participantes de este movimiento que busca visibilizar y dar continua atención a los casos de las víctimas.

En la marcha de noviembre de 2022, quienes la encabezaron fueron los niños hijos de estas mujeres.

Ellos alzaron la voz por las que ya no están, por las que murieron de manera violenta y por las que desconoce su paradero. 

FOTO: Ramsés Mercado

Las víctimas y el dolor que son invisibles

Abrazar a los pequeños que han perdido a sus madres en manos de feminicidas es una tarea a la que se han sumado colectivos y activistas que no paran en su esfuerzo  por buscar justicia y visibilizar a las víctimas colaterales de este delito.

Es el caso de Frida Guerrera, quien se ha dedicado a denunciar e investigar casos de feminicidios en el Estado de México, principalmente.

Ella, aunque reconoció los avances desde la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) del  Estado de México para no dejar en el desamparo a esos niños y adolescentes, señaló que hace falta agilizar el trámite burocrático para que las familias de las víctimas tengan acceso a los  apoyos.

“Sí se le da el apoyo (a la víctima) con mucho esfuerzo, empujando muchas cosas, pero  sí creo que falta muchísimo más para poder atender a esta parte del dolor en el tema del feminicidio que no se ve”, expresó en entrevista.

Actualmente Frida da acompañamiento a más de 100 casos de feminicidio, de los que 90 por ciento reportan al menos un niño o adeolescente en orfandad.

Las estadísticas de sus investigaciones revelan que en su mayoría, el feminicida fue pareja sentimental de la víctima.

De acuerdo con su experiencia, Frida visualiza algunos aspectos que requieren especial atención para garantizar el respaldo a los pequeños que podrían enfrentarse a una mayor vulnerabilidad, de quedar bajo la custodia de personas equivocadas.

Sobre todo, enfatizó en garantizar una seguridad psicológica y de salud también a quienes se quedan al cuidado de los menores y cuya responsabilidad recae en las abuelas, en la mayoría de los casos.

“No nada más es darles dinero un año o dos años, o una compensación a sus abuelas, es darles una atención y entender que las víctimas son víctimas toda la vida y que ellos no tuvieron opción de estar en esa posición”, indicó.

Consideró que desde la creación de la comisión, hace ocho años, ha habido empatía para atender a las víctimas colaterales, pero también una constante lucha para que la burocracia no atrase la incorporación a los programas diseñados para ellos.

SPM