Mexiquenses celebran el Santo Jubileo en la catedral de Toluca
Vecinos de San Andrés Cuexcontitlán se reunieron en la Catedral de Toluca para celebrar el Santo Jubileo, tras realizarse una misa tomaron Independencia para iniciar una caminata de casi una hora hasta la comunidad ubicada en la capital mexiquense.
Toluca: Cientos de personas se reunieron en la catedral de para celebrar el Santo Jubileo
Octavio Rodríguez, miembro de la peregrinación, explicó que se trata de una tradición que llevan a cabo cada año la cual conmemora el Gran Jubileo del año 2000, convocado por San Juan Pablo II para conmemorar los 2 mil años del nacimiento de Jesucristo.
“El mensaje es sobre la fe cristiana, que nos comportemos de acuerdo a lo que ordena Jesús y la iglesia, son valores que todos deberíamos seguir, respeto, amor al prójimo, amor a dios, amor a nosotros mismo, es un mensaje de amor”.
Explicó que hay varios tipos de Jubileo, el principal es el que se convoca desde el Vaticano por el Papa, y las iglesias locales también se organizan y realizan Jubileo ordinarios y extraordinarios.
Banderas amarillas, ropa blanca y música religiosa
Este año, tomaron las calles con banderas amarillas, ropa blanca y música religiosa, con el objetivo de mostrar su fe y difundir el mensaje que se enseña en la iglesia, tanto en la capital mexiquense como en todo el mundo.
La celebración coincidió con la jornada electoral que se vive en todo el país, por lo que consideró que se debe votar pero sin olvidar las responsabilidades que se tiene con la iglesia a la cual están adscritos.
“Sí hay que votar, pero no hay que olvidar en lo que creemos, por eso estamos aquí, y seguiremos viniendo aunque sean votaciones o lo que se ponga en el camino, hay que cumplir con ambas responsabilidades”.
El primer Jubileo fue en el 1300, en el Año Santo convocado por el Papa Bonifacio VIII. Aunque la idea inicial era celebrar un Jubileo cada 100 años, luego se redujo la periodicidad a 33, los años de Cristo al fallecer.
El Papa San Juan Pablo II definió el Jubileo como un tiempo en el que se introducen en el recio lenguaje que la pedagogía divina de la salvación usa para impulsar al hombre a la conversión y la penitencia, principio y camino de su rehabilitación y condición para recuperar lo que con sus solas fuerzas no podría alcanzar.