Toluca: DJ The Real, constancia para ser el productor pionero

DJ The Real puso la “primera piedra” en la música urbana del Valle de Toluca, de manera profesional. Como egresado en la carrera de Ingeniería en audio y máster profesional de la G Martel, en ese tiempo, considerada una de las mejores escuelas de música en latinoamericana, trajo a la demarcación técnicas y conocimiento para el crecimiento de la escena.

Aunque el camino no ha sido fácil, el productor musical ha tenido la suerte de encontrar en su madre, la señora Blanca Ortiz, a su mayor cómplice, quien sin saberlo, sentó las bases de lo que sería la profesión de su hijo.

“Mi primer acercamiento con la música es porque mi mamá trabajaba en Radio Centro, aunque muy lejos del género en el que ahora me encuentro. Haz de cuenta que yo iba cuando eran vacaciones, mi mamá me tenía que llevar y ahí fue donde conocí las cabinas de radio, hice algunas grabaciones; ya sabes que de repente está ahí el morrillo chismoso y lo ocupan para alguna voz.

Ahí conocí a la gente de cabina, algunos artistas; pero a esa edad a mi no pasaba por la cabeza quienes eran y tuve mis experiencias en conciertos, a mi mamá le reglaban boletos para casi todos los que hacían en Ciudad de México”, compartió DJ The Real.

Toluca: DJ The Real, constancia para ser el productor pionero

De los 5 a los 10 años se la pasó inmerso en el mundo de la radio, lo que para él representaba el estar cerca de la música, lo que ahora recuerda como una etapa que forjó el camino que recorre hasta estos días.

“Muchas veces me llegué a acercar a los instrumentos, a las cabinas, ya sabes, de morrito nada más le andas moviendo ahí, pero me dejaban; incluso me acuerdo que en una reunión de fin de año me dejaran agarrar la batería del grupo que estaba amenizando en un intermedio, me acuerdo que era el grupo Brindis. Todo eso siento que fue construyendo el que me gustara a mí la música”, recordó.

De niño, llegó a Toluca toda vez que cambiaron la locación del trabajo de su madre cerca de Santa Fe, por lo que en ese entonces le resultó más cómodo viajar de la capital mexiquense a la capital nacional, lo que lo alejó un tiempo de su interés por la música, hasta que un amigo de la secundaria le mostró la música rap.

“A mi mamá la cambiaron de edificio, tenían una casa en el centro y se cambiaron al edificio de constituyentes, le ofrecieron el crédito para su casa y mi mamá pensó que le quedaba más fácil ir de Toluca al DF, que donde vivíamos antes, que en ese entonces sí había menos tráfico en la carretera.

Hubo un rato en que me alejé de la música, me clavé en las maquinitas y andar saliendo, yo tenía como 10 años y fue hasta que un compita, que vivía en la Floresta; yo vivía en GEO, me empezó a llevar discos de la música del hip hop”, mencionó.

Su madre le siguió llevando discos de música

Detalló que tenía 13 años, cuando encontró su lugar, luego de que previamente su madre le siguió llevando discos de música que ella entendía para “chavos”, con tintes de rock and roll. Con el mix de video que le llevó su amigo de la infancia conoció diferentes canciones, siendo la más impactante Gangsta’s Paradise, de Coolio, lo que lo motivó a tratar de replicar lo que escuchó.

“A mi me entró la duda de que si se podía hacer eso, entonces yo empecé a intentar escribir una canción similar, en cuanto a ritmos y al ver que no era algo cantando lo veía alcanzable. Me acuerdo que ese día me frustré porque como yo no entendía el inglés no sabía que decir en una canción y pensé que no se podía hacer en español.

Empecé a bajar rolas y rolas y dentro de esas se bajó una canción de Xzibit con Mexakinz (The wake up show), donde cantan en español; eso me voló la cabeza. Comencé a buscar más rap en español y se me abrió el mundo, entonces comencé a analizar cómo es que escribían ellos para yo hacer las mías”, mencionó.

Continuó empapándose de este género, donde en los visuales constantemente veía la aparición de las consolas de audios; las cuales le eran familiares dada su infancia, lo que le hizo sentir una nueva “chispa” en torno a la música.

“Yo veía en los videos de los raperos más fuertes que sacaban mucho las consolas, como la Logic; obviamente yo en ese entonces no sabía que era, pero las veía y me nacía mucho saber para que se utilizaban. En ese entonces vendían discos en el mercado para producir, era el disco con varios programas y recuerdo que el Cool Edit traía la consola en la pantalla, así que le empecé a picar a ese”, señaló.

El aprendizaje autodidacta continuo a través de páginas web de música, lo cual era tardado pues hablamos de los inicios del internet; donde se ocupaba un cable que se conectaba a la línea del teléfono, asimismo utilizaba los foros en línea para conocer más sobre el tema.

Escribió tres canciones con su amigo

Escribió tres canciones con su amigo, que lo llevaron a un estudio profesional que le mostraría el camino a seguir en su sueño. Fue en el edificio de Centro de Arte Digital donde conoció a Marco Núñez; en ese entonces ingeniero de audio, mismo que le recomendó asistir a la G Martel si se quería dedicar a la producción.

Con el apoyo de su madre, en la intención de enfocarse en lo que quería dedicarse, dejó la preparatoria, así nació su primer casa productora; Gangsta Récords, por la canción de Gangsta’s Paradise, donde comenzó a producir algunos proyectos de artistas locales para que, cumplidos los 18 años, comenzara su carrera; la cual estuvo llena de sacrificios, pues se trataba de una escuela particular de alto costo.

“A mi mamá la ascendieron de puesto y me dijo que sí le alcanzaba para la escuela, pero, no íbamos a tener como para el gasto de la casa, entonces un amigo que también le gustaba la producción me dijo que porque no me metía a trabajar al Sanatorio México, en la Colonia las Américas.

Entonces me aventé limpiando los pisos de los pasillos toda la carrera, llegaba lo hacía, era rápido porque no eran los cuartos y me dejaban dormirme en el sillón del lobby, para después irme temprano a la escuela, conforme avanzó la carrera le agarré la onda para que me diera, aunque sea, tiempo de pasar a mi casa un rato”, comentó.

Se cumplió el plazo, y llegó el momento de comenzar a desarrollar el proyecto por el cual se preparó desde su adolescencia, por lo que comenzó a hacer un home estudio; hasta que con la ayuda de un amigo se mudó a unas oficinas en el centro de la capital mexiquense.

“Lo mío era el estudio de grabación, no quería dedicarme a otra cosa, cuando salí mi mamá vio la forma de que consiguiéramos unos créditos para comenzarme a hacer de mi equipo y ya con el conocimiento real de una escuela ya sabes que comprar, cuánto te cuesta. En primera estuvo un año en mi casa, ya hasta que conocí a un amigo me pasé a sus oficinas en el centro y a mi me llamó la atención por la gente que pasa en esta zona”, mencionó.

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DJ The Real, primer productor profesional

El proyecto floreció gracias a que se convirtió en el primer productor profesional, especializado en el género urbano; sin embargo, como a vario oficios, el incremento de información a través de las redes sociales obligó la evolución de su proyecto, en el que ahora, además de producir, ha generado una escuela de formación para nuevos talentos en DJ y producción musical.

En un evento de hip hop conocí a DJ Dancer y le pedí chance de agarrar las tornamesas para volver a agarrarle, al final yo sabía que para vivir de esto la manera más fácil, por así decirlo, era de DJ. Salieron oportunidades de tocar en antros, bares y de dar clases y como vi que la intención de ellos no era tanto formar Dj’s, entonces a mí se me ocurrió poner una escuela.

Dentro del mundo de los Dj’s hay un antro en Ibiza que se llama Mistery of Sounds, tomé esa referencia para hacer lo mío que se llama Mistery Of Beats, que abreviado es MOB; curiosamente después caí en cuenta que también es una palabra que se usa mucho en el rap referente a lo gangsta”, señaló.

The Real, aunque no lleva la cuenta de los proyectos que se ha involucrado, sí ve como una realidad el que tuvo que ver en la mayoría de proyectos formales que conformaron la escena musical de este género en Toluca.

“Es difícil llevar la cuenta, pero algo que sí puedo estar un poco seguro es que yo tuve que ver con la mayoría de los primeros proyectos de raperos, reguetoneros y hasta los primeros dj’s que hubo, y sino trabajamos juntos, ahora ya hay generaciones nuevas que a lo mejor iniciaron por su lado”, apuntó.

El entorno de estos géneros ha cambiado, el público se ha vuelto más abierto en cuanto a estas propuestas musicales; sin embargo, el mayor enemigo de los proyectos independientes son los mismos involucrados, quienes tienen como objetivo la fama, más que la música.

“No hay que equivocarse en el objetivo, si tú realmente amas la música, vas a encontrar la forma de vivir de esto, incluso sin forzarlo se te va a dar, pero si tú lo que quieres es ser famoso, la verdad es que te va a pasar lo contrario y te vas a frustrar. El hacer música no solo implica la creación, es desarrollarla, enseñarla, hay facetas en donde también puedes ser el compositor, el DJ de alguien, o el empresario que apoya la música.

Para la banda, como consejo, creo que si sería que se preguntes a ellos mismos si de verdad quieren estar en esto o ser famosos, porque si se quiere ser famoso mejor hay que comprarse un arito de luz, un buen celular y ponerse a hacer cualquier cosa en el celular, porque estar en la música de una forma seria cuesta muchísimo trabajo”, concluyó.

Mientras tanto, el productor ha forjado un espacio para compartir sus conocimiento, dar foro a los proyectos emergentes de la región y continuar impulsando propuestas propias y ajenas a través de la llamada “Mansión MOB”, y con su madre de eterna acompañante, juntos disfrutando las “mieles” del esfuerzo en conjunto.

DB/ TAR